“RATIFICAMOS NUESTROS PRINCIPIOS Y COMPROMISO EN DEFENSA DE LA VIDA”
En una primera etapa entre 1986-1995 impulsamos diferentes formas de expresión para que los temas de la naturaleza contagien a la sociedad y reafirmen expresiones democráticas de participación las que habían estado limitadas durante el periodo de dictaduras. Trabajamos con jóvenes en escenarios urbanos, impulsamos huertos en zonas periféricas de la ciudad, empezamos a recorrer el país y establecer los vínculos entre intereses empresariales, de grupos de poder político, y las afectaciones a los ecosistemas. Nuestra propuesta siempre fue sumar esfuerzos y sumarnos a iniciativas. Impulsamos y coordinamos por varios años la Campaña Amazonia por la Vida desde donde se logró visibilizar los impactos de la actividad petrolera en la Amazonia.
Mantuvimos un trabajo de asesoría y acompañamiento a diversos grupos sociales. En 1990 fuimos parte de la constitución del Observatorio Socioambiental de la Amazonía, a través del cual dábamos asesoría a Centrales Sindicales de la Cuenca Amazónica. En esta fase logramos posicionar el tema ambiental al interior de múltiples organizaciones sociales.
A partir de 1995, iniciamos un segundo período, trabajando con organizaciones indígenas y campesinas, en defensa de sus derechos colectivos. Estas organizaciones ancladas en los territorios demandaban respeto a sus derechos y políticas más democráticas; así nacieron propuestas como la soberanía alimentaria y energética, y el pensar en un Ecuador post-petrolero.
En esta segunda etapa, se va configurando la identidad de Acción Ecológica, diferenciándonos de varios grupos ambientalistas, centrando nuestro apoyo a organizaciones locales que enfrentan conflictos socioambientales, es decir, a ecologistas populares. Así mismo, nuestra identidad se construyó a partir de formas alegres, participativas y creativas que aunque molestaron a empresas y gobiernos afirmaban la no violencia como forma idóneas de expresión. Nuestra consigna era “A Romper la Dominación con Imaginación”. Empezamos a trabajar en red con varias organizaciones que comparten nuestros intereses alrededor del mundo, pero especialmente en América Latina.
Una tercera etapa se inicia a fines de la década de 1990 e inicios de 2000, cuando empezamos a incorporar en nuestras tareas, la defensa de los derechos de la naturaleza y del Buen Vivir, como el camino por el que debemos transitar para que podamos vivir en una sociedad más justa y equitativa para los seres humanos y no humanos que compartimos este planeta.
|
Por la llanura de la noche cruza Una pequeña luz que cabecea: Ella es mi pecho roto en el que tiembla La fiebre inextinguible... (César Dávila Andrade, Poema No.1)
|
|