Fernando Flores
Augusto Espinosa
Liduvina Loor
Fabricio Villamar
René Yandún
Yofre Poma
Encarnación Duchi
Esther Cuesta
César Carrión
Pedro Curichumbi
Fafo Gavilánez
Gustavo Marín
Tenemos conocimiento que se aprestan, como Comisión, a decidir en los próximos días sobre el Protocolo al Acuerdo del Consejo de Comercio e Inversiones entre el Gobierno de Estados Unidos y el Gobierno de la República del Ecuador relacionado con Normas Comerciales y de Transparencia, también conocido como Acuerdo Previo para un TLC entre Ecuador y Estados Unidos.
Dicho Acuerdo fue firmado el 8 de diciembre de 2020 sin que hasta el momento se haya dado a conocer públicamente su contenido, como ocurre con todo lo relacionado con los Tratados de Libre Comercio. En su momento, como Red Ecuador Decide mejor sin TLC, convocamos a las organizaciones sociales a pronunciarse rechazándolo.
Aprobarlo a días de dejar sus funciones, sería una decisión lamentable que pasaría como una acción que busca evadir responsabilidades sobre lo actuado, y que pasa por alto las masivas movilizaciones de los años 2005 y 2006 para impedir la firma de este TLC, cuando también se trató de imponerlo bajo la lógica de los hechos consumados.
Firmar un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos ha sido para países de nuestra región el instrumento con el que se comprometen privilegios de tal magnitud a las empresas transnacionales con sede en ese país, que subordinan en la práctica, los derechos humanos, colectivos, ambientales y de la naturaleza.
Los impactos negativos del TLC con la Unión Europea, suscrito por el anterior gobierno en 2016, ya se empiezan a sentir en el sector de la pequeña producción lechera y en la economía familiar campesina, así como en el maltrato y retroceso legal para trabajadoras y trabajadores bananero (como ya ha sido expuesto por el IEE y ASTAC).
La imposibilidad de acceder a vacunas contra el COVID 19 en condiciones humanitarias, como consecuencia de la imposición de patentes desde las corporaciones farmacéuticas, es otra muestra de la injusticia subyacente a estos mal llamados acuerdos comerciales.
Un TLC con Estados Unidos agravará mucho más estos efectos, pues contempla también la posibilidad de demandas de las transnacionales en tribunales internacionales de arbitraje, en los que siempre pierden los Estados por el pago de laudos multimillonarios y el de los costos
procesales, que despojan de fondos públicos que podrían orientarse para atender la salud, educación, soberanía alimentaria, acceso al agua, entre otros derechos fundamentales. Además, se eliminan aranceles a las importaciones de productos agrícolas subsidiados de ese país, haciendo desaparecer paulatinamente nuestra producción nacional en lácteos, arroz, maíz, y otros. Igualmente contempla la exigencia de derechos de propiedad intelectual a través de patentes en fármacos, equipos e insumos, encareciendo su acceso. Y exacerbará la explotación laboral, la devastación socioambiental, la precarización de la vida de las mujeres.
Este no es el camino para enfrentar la profunda crisis que afecta a la gran mayoría de la población ecuatoriana. Tampoco lo es para honrar la soberanía del Ecuador.
26 de abril de 2021
Red Ecuador Decide Mejor Sin TLC
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