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MARCHAMOS CONTRA EL SECUESTRO DEL AGUA Y POR LOS RÍOS LIBRES

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La Cuenca baja del rio Guayas es una extensa y fértil región que abarca diez provincias  con los suelos más fecundos y de alta producción  del país. Ahora, está siendo intervenida una vez más,  con la implementación de mega-construcciones, con inversiones de cerca de dos mil millones de dólares, con un alto porcentaje de financiamiento de China, que tienen como eje,  proyectos multipropósitos y cuyo eje central, es el control de inundaciones y el riego, poniendo en riesgo la reproducción del campesinado en estas zonas, y con ello su Soberanía Alimentaria.


Por ejemplo, el Proyecto Multipropósito Pacalori en la provincia de los Ríos está previsto la construcción de 13 represas,  28.4 km de túneles y seis proyectos multipropósitos.
En el proceso de toma de decisiones sobre la construcción de estas mega-obras, las comunidades locales han participado muy poco, y no se garantiza tampoco que estas comunidades puedan dar seguimiento a su implementación.

Los grupos de poder de la región, han querido transformar la Cuenca baja del Río Guayas desde hace más de 30 años, y los estudios con los que se quiero hoy poner en marcha estos proyectos, vienen de esa época. Obviamente, son estudios caducos, pues desde esa época hasta hoy,  se ha dado un profundo descenso de los caudales de agua, que podría llegar hasta un 50%.  

Por ejemplo, al momento, el caudal del Río Baba-Quevedo-Vince no es más de 50 mil litros por segundo; a pesar de ello, debería aportar la cantidad de 234 mil litros por segundo a la Central Hidroeléctrica Baba, y por ende a la Represa Daule – Peripa y a la Central Marcel Lamiado. Así fue planificado: sin tomar en cuenta la disminución del caudal de este río.

Otro ejemplo es el embalse del proyecto Bulubulu, que fue inaugurado en abril del presente año, pero que hasta el momento no cuenta con una sola gota de agua.

En todos estos proyectos se evidencia una falta de agua para garantizar su funcionamiento,  para garantizar el “caudal ecológico” y el agua de riego destinada a la producción de alimentos.

Dada la caída de los caudales, toda la infraestructura que está en proceso de implementación en la región, podría profundizar el secuestro del agua, negando  el derecho humano al agua; agua para el riego de cultivos destinados a la soberanía alimentaria, y el derechos a los «caudales ecológicos», estarían lejos de ser una realidad,

Nos preguntamos cómo se piensa recuperar la inversión, cuáles serán los costos de agua para riego por hectárea , y cuáles serán los costos de la infraestructura

A inicios de siglo, para el Proyecto Multipropósito Pedro Carbo Presa Villao, se hablaba de tarifas de mil dólares por hectárea al año, y de cuatro mil dólares como un pago único, por la infraestructura. Si precios similares se aplican en este proyecto ¿quién podrá pagar estos precios?

El cambio de matriz productiva para esta región está encaminada a los monocultivos para la exportación. El destino para estos proyectos es alimentar los grandes campos de la agroindustria que, respaldados por políticas públicas, en desmedro del riego de las parcelas de las economías familiares campesinas, promoviendo indirectamente su proletarización y desplazamiento de sus territorios.

Nos movilizamos porque se hace necesario y urgente que se construya nuevas formas de acceso al agua y de manejo del territorio junto a las organizaciones locales de campesinos, montubios y de pueblos ancestrales; de espacios que fomenten la producción familiar campesina y que garantice la soberanía alimentaria.

ACCIÓN ECOLÓGICA
13 de agosto de 2015

Más información: soberania@accionecologica.org

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