PLANTACIONES DE EUCALIPTO: INTERCAMBIO DE EXPERIENCIAS COMUNIDADES AFECTADAS BRASIL – ECUADOR

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INTRODUCCIÓN

LA EXPERIENCIA COMUNITARIA EN BRASIL
Brasil es un país que en la actualidad tiene plantadas cinco millones de hectáreas de eucalipto. Éste es utilizado principalmente para la elaboración de celulosa, materia prima del papel. A la vez, parte de las plantaciones es convertida en carbón, que genera la energía para la industria del acero. Sin hacer caso a objeciones, el presidente Lula presentó una propuesta: que hasta el 2012 se planten 6 millones de hectáreas de nuevas plantaciones de eucalipto.
En Brasil, durante más de 30 años se ha plantado eucalipto. Las poblaciones locales han sufrido ya sus impactos y por eso han emprendido un proceso de recuperación de sus territorios. Para ello, ejecutan varios proyectos agrícolas de autosustento, con los cuales enfrentan a la imposición de ese monocultivo.

En Ecuador, en cambio, es a partir del año 2000 que se inicia la implantación de monocultivos de eucalipto en la costa. Esmeraldas, zona de bosque húmedo tropical, es la provincia afectada. La finalidad industrial es la misma que en Brasil: la elaboración de pulpa de papel, pero luego de exportar la materia prima al Japón. El proyecto es ejecutado por la empresa Eucapacific, formada por un consorcio de multinacionales: Mitsubishi Paper Mils, Sumitomo Corporation, Electric Power Development y Waltz International.

Al cabo de cinco años de iniciado el proyecto, los impactos sociales y ambientales de la plantación son muy graves. Las comunidades locales afectadas enfrentan este problema mediante su organización y su movilización social .

Esta realidad hizo urgente un contacto Brasil – Ecuador para fortalecer los procesos organizativos ecuatorianos en la lucha contra la imposición transnacional. Este intercambio fue parte de las iniciativas de la Red Latinoamericana contra los Monocultivos de Árboles (RECOMA).

La oportunidad de vivir esta experiencia se concretó – por invitación de la Federación de Órganos para Asistencia Social y Educativa (FASE) a una delegación ecuatoriana. La integraron representantes de la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador (ECUARUNARI), la Confederación de las Nacionalidades indígenas del Ecuador (CONAIE), Acción Ecológica y la Fundación de Defensa Ecológica (FUNDECOL). La visita a Brasil se realizó del 16 mayo al 5 de junio de 2005.

¿QUE ES LA CELULOSA?…

La celulosa es una fibra vegetal que representa el 50% de la constitución física del árbol. La estructura química de la celulosa se forma mediante la unión de moléculas de glucosa, adheridas entre sí por la lignina. Esta sustancia refuerza las células, confiriéndoles consistencia y rigidez.

Todo árbol posee fibras celulosas, por lo que, prácticamente, se puede producir papel de cualquier árbol. Las fibras procedentes de los árboles constituyen más del 90% de la producción de celulosa a nivel mundial.

El eucalipto es utilizado para ese fin porque crece rápido y es más dócil en el proceso industrial de separación de las fibras.

La producción de una tonelada de celulosa blanqueada requiere unos 120.000 litros de agua, más de 20 árboles de una plantación ( 4.8 metros cúbicos de madera aproximadamente) y 1,2 megavatios hora de electricidad.

PROCESO INDUSTRIAL:
La madera es picada en pequeños trozos , conocidos como chips. Para que las fibras de la madera se separen entre sí, los chips son introducidos, junto con productos químicos, en agua caliente y vapor a altas temperaturas en un equipo llamado “digestor”. Este es como una gran olla de presión.

Una vez separadas las fibras de celulosa, que tienen un color café oscuro a causa del proceso químico a que han sido sometidas, pasan por un proceso de lavado. Este lavado es para retirar los productos químicos usados en el proceso.

Después del lavado, todavía la celulosa tiene ese color oscuro, así que pasa a la fase de blanqueamiento, dividida en varios pasos, al final de los cuales la pasta está lista para convertirse industrialmente en papel.

Hay industrias que elaboran la celulosa y el papel, pero, en el caso específico de la empresa brasileña Aracruz, sólo se ocupa de su fabricación para ser enviada a Europa y Estados Unidos.

Para que la pasta pueda ser enviada a su destino, es sometida a un proceso de secado. Luego, una máquina cortadora convertirá la celulosa en una hoja de seis metros de largo. La cortadora hace su trabajo a una velocidad de 180 metros por segundo; cada dos minutos, dos toneladas de celulosa son cortadas en una máquina.

Hecho eso, se junta la celulosa en fardos de 2.050 hojas. Cuatro fardos pesan una tonelada. Dichos fardos son embarcados hacia el exterior.

LA EMPRESA ARACRUZ CELULOSA

Aracruz Celulosa: es una empresa de plantaciones de eucalipto y de producción de celulosa. Sus inversionistas son:
Grupo Lorentzen: capital noruego que aporta con el 28% del total de la inversión.
Votorantim Celulosa y Papel : propiedad de uno de los hombres más ricos de Brasil, Antonio Eminio de Morais . Tiene el 28% de las acciones.
Bancos Safra: Capital brasileño, que tiene el 28% de inversión.
BNDES: Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social. Es decir, el capital del estado brasileño tiene el 12.5 % de inversión.

Aracruz Celulosa se instala en el año de 1967 en el municipio de Aracruz, en el estado de Espíritu Santo, e inicia la ocupación de tierras para sus plantaciones a través de varios mecanismos:

Invasión de territorios pertenecientes a los pueblos indígenas, al pueblo afro brasileño quilombola y, en general, a los campesinos de la región.
Compra de tierras a los propietarios grandes y pequeños.
Convenios entre el estado y la empresa, que afectan a tierras eminentemente productivas.
Para 1972, la empresa expande las plantaciones al Municipio de San Mateo y Concepción de la Barra, en Espíritu Santo.

La empresa tiene compradas 155.000 hectáreas en Espíritu Santo. También tiene propiedades en Bahía, Río Grande del Sur y Minas Gerais, por un total de 375.000 hectáreas. De éstas han sido plantadas 245.000 hectáreas con eucalipto.

Además Aracruz Celulosa en el estado de Espíritu Santo, tiene una planta industrial de enorme extensión. Posee también tres fábricas que producen 2´000.000 de toneladas de celulosa por año. La tercera fábrica de esa planta se construyó, con una inversión estatal de cuatrocientos veinte mil millones de dólares durante el gobierno de Fernando Enrique Cardoso. El argumento para esta inversión fue que se generarían 173 empleos. Tres meses después fueron despedidos 58 funcionarios, lo cual es una constatación de que no es verdad que una inversión tan alta se justifique con el argumento de “generar empleo”.

Adicionalmente en el período de Cardoso se compró una fábrica de celulosa en Río Grande Del Sur que produce 400.000 toneladas por año.

Para construir la quinta fábrica de celulosa, Aracruz S. A. se asoció con Stora-Enso ( multinacional finlandesa-sueca) formando Veracel Celulosa. Esta fábrica se encuentra en el estado de Bahía.

La empresa exporta el 97% de su producción de celulosa a dos grandes empresas transnacionales que consumen el 55% de su celulosa: Kimberley-Clark y Procter&Gamble para hacer papel descartable de lujo.

EL TRABAJO EN ARACRUZ CELULOSA

El Presidente Lula, con recursos económicos del estado brasileño, financió la construcción de la cuarta fábrica de celulosa de Aracruz, a través de la empresa Veracel. El 50% de esta empresa pertenece a Aracruz, aún que el estado aportó cuatrocientos veinte mil millones, dos cientos diez mil dólares. Es la mayor inversión del estado para empresas privadas. La fábrica se construyó en el Sur de Bahía .

Hasta 1991 la empresa tuvo 7.095 trabajadores directos. Luego, paulatinamente, inició un proceso de despidos masivos, hasta llegar a tener en el 2004 dos mil treinta y un empleados directos y 6776 indirectos, según datos de la propia empresa Aracruz. Los trabajadores indirectos o tercerizados reciben la tercera parte del sueldo de un trabajador contratado directamente por la empresa. Además, no tienen planes de salud, no reciben horas extras, no tienen plan de seguro social y están expuestos a ser víctimas de todo tipo de abuso patronal.

Testimonio de Jair Alves de Lima ( ex trabajador de la empresa)

“En 1977 empecé a trabajar en Aracruz Celulosa. Trabajé como administrador del sector de corte de eucalipto. En Aracruz nos imponían un régimen de esclavitud. Por ejemplo, las familias de obreros muertos por accidentes de trabajo no eran indemnizadas y, para evitar que los familiares denunciaran a la Justicia estos abusos, los amenazaban con prisión o con asesinarlos.”

“En varios sectores de la tierra se usaban venenos como bromuro de metilo entre otros agroquímicos. Estos productos fueron los que causaron la mayor parte de las muertes . Las personas que aplicaban estos químicos, sufrían de problemas de salud durante 8 o 10 años. Los que morían inmediatamente por aplicar estos venenos, eran escondidos en el campo, en las matas de eucalipto, y se los enterraba por la noche para que la Justicia no se enterara de lo que ocurría. La Empresa pagaba a un médico que firmaba un certificado de defunción falso indicando que el trabajador había muerto de “paro cardíaco”. Este documento era lo único que se entregaba a los familiares.”

“Yo mismo sufrí un accidente el día 20 de junio de 1980. Me cayó un árbol de eucalipto encima y me partió la pierna. Quedé un año imposibilitado. Después de eso retorné al trabajo, y, como ya no aguanté trabajar en estas condiciones, la empresa me despidió.”

“Cuando acudí a la Justicia para reivindicar mis derechos, Aracruz me mandó a matar y hasta hoy tengo un proceso en Concepción de la Barra. La empresa compró a los jueces y mi proceso lleva ocho años parado.”

“Hoy tengo 84 compañeros. Unos están ciegos porque trabajaban en otros sectores. Algunos más, se quebraron huesos en accidentes de motosierra y otros fueron envenenados con benceno, combustible que usaban, mezclado con la gasolina, para incrementar el rendimiento de la motosierra. Al cabo de un tiempo de utilizar esta mezcla produce una enfermedad llamada leusemia – disminución de los glóbulos blancos que mata lentamente – . Nosotros tenemos 35 compañeros que la empresa dejó en la calle sin derecho a ninguna indemnización.”

“Un técnico de Suecia advirtió a la empresa que si continuaba usando benceno, tendría que indemnizar a todo el personal que trabaja en el corte con motosierra. Eran un total de 830 personas. Muchos ya murieron envenenados con el benceno, y, los que están vivos, están muriendo lentamente porque es una enfermedad degenerativa. Estos compañeros ya no pueden entrar en el mercado de trabajo. No consiguen empleo porque no logran pasar el examen de salud. Hoy, las viudas de los que ya han fallecido se mantienen de la ayuda de las comunidades.”

“Cuando en Brasilia denuncié, en el Congreso Nacional, que la Empresa formaba parte del crimen organizado, Aracruz mandó sicarios a matarme. Cierta vez, atrapé a uno de ellos y confirmó que fue la empresa Aracruz quien los contrataba. Nos querían matar únicamente para no pagarnos. ¡Es la empresa más ruin en la faz de la tierra!.”

“Junto con las 84 personas despedidas, actualmente estamos apelando ante la Justicia por quienes están mutilados o tienen enfermedades mortales”.

EL EUCALIPTO Y SUS IMPACTOS EN EL AGUA

Según afirma Luis Alberto Soares, uno de los autores del libro “Promesas de empleo y destrucción del trabajo – el caso de Aracruz Celulosa en Brasil-”, Paolo de Tarzo, una de las mayores autoridades forestales de Brasil – favorable al cultivo de eucalipto – dice que este árbol, en su fase de crecimiento, consume demasiada agua. Otros ingenieros forestales afirman que cada árbol de eucalipto consume …¡200 litros de agua por día!. En cada hectárea se plantan 1.100 árboles de eucalipto, lo que significa que una hectárea de ese tipo de plantación consume diariamente…¡ 220.000 litros de agua!.

La fase de crecimiento del eucalipto abarca sus primeros 10 años. Durante este período, el eucalipto consume la mayor cantidad de agua, Aracruz cosecha los eucaliptos a los seis años, es decir en pleno desarrollo y cuando mayor es el consumo de ese líquido vital.

La edad adulta del eucalipto parte desde su primera década de vida. Sólo entonces, consume la misma cantidad de agua que cualquier otro árbol. Mientras tanto, el eucalipto, comparado con las otras especies vegetales, es el árbol que más agua requiere. Si le bastase una cantidad módica para sobrevivir, permitiría que las otras especies contaran también con líquido suficiente para sí mismas. Desgraciadamente la realidad es justamente la inversa.

LA PLANTA DE CELULOSA DE ARACRUZ Y EL AGUA

La planta de celulosa de Aracruz consume una cantidad de agua similar a la que necesita una ciudad de dos millones y medio de habitantes por día (la ciudad de Guayaquil, por ejemplo, en el caso ecuatoriano). Aracruz necesita entre 40 y 50 metros cúbicos de agua para producir una tonelada de celulosa. Para producir 3.500 toneladas de celulosa diarias, consume 1’750.000 metros cúbicos de agua.

En el Municipio de Aracruz, la fábrica de ese nombre empezó a funcionar en 1976. Para abastecer de agua a su planta de celulosa, la compañía represó tres ríos (Santa Juana, Santa Maria y Doce).

En 1997 el gobierno estatal de Espíritu Santo invirtió 1’050.000dólares para abrir un canal de aproximadamente 50 kilómetros. Su objetivo era desviar el agua del río Doce hacia el río Comboyos. El caudal de agua es conducido a la represa dela compañía. Su propósito: abastecer la demanda de agua de la planta de celulosa.

El mencionado desvío trajo graves problemas ambientales y sociales para las comunidades locales. Al mezclar el agua aumenta el volumen del río Comboyos e inunda uno de los pocos pedazos de tierra agrícola de los Tupinikim. El territorio del pueblo indígena Tupinikim hoy está en su mayor parte plantado de eucaliptos. Otra parte queda a orillas del mar; por lo tanto, estas tierras no pueden ser cultivadas. Restan así, como tierras agrícolas, únicamente las orillas del río Comboyos. Este territorio es constantemente inundado por Aracruz al liberar el agua del río Doce y unirlo con el Comboyos cuando la fábrica la necesita para su producción.

Por otra parte, el río Comboyos era la fuente de agua limpia para el uso de la población Tupinikim y otros pueblos asentados a sus orillas (baño, pesca uso doméstico y recreación). El río Doce, aguas arriba, tiene un alto grado de contaminación química, provocada principalmente por la minería. A consecuencia de esto los Tupinikim tienen muchos problemas de salud, principalmente en la piel, y graves problemas de alimentación: ya no disponen de pesca ni tierra cultivable.

LOS PUEBLOS AFECTADOS POR ARACRUZ CELULOSA

LOS QUILOMBOLAS: UN PUEBLO AFRO BRASILEÑO SIEMPRE REBELDE

Los pueblos quilombolas están ubicados en el extremo norte de Espíritu Santo, en la región de San Pedro del Norte. Comprende parte del municipio de Concepción de la Barra y San Mateus. Su historia empieza en el siglo XVI, cuando los africanos eran sometidos a una cruel cacería y llevados a Brasil para trabajar como esclavos en las haciendas de la región. La mayoría de los quilombolas descienden de la nación Banto de Africa, gente libre y valerosa.

Los esclavos que lograban huir de las haciendas, se refugiaron durante siglos en la selva atlántica. Protegidos por la tupida selva y los ríos caudalosos, los quilombolas vivieron libres. Pero, en las tres últimas décadas, la historia cambió. A comienzos de la década del setenta, en forma violenta, Aracruz Celulosa inicia un proceso de apropiación de las tierras quilombolas. Con el apoyo militar, y a través de la presión sobre la tenencia de la tierra, Aracruz forzaba a los quilombolas que tenían documentos de propiedad a vender sus tierras. Por ejemplo, en caso de que la compra de tierra fuera de 5 hectáreas, Aracruz se apropiaba de 10. A quienes no tenían títulos de propiedad, la empresa arrebataba los territorios con violentos desalojos.

La invasión del territorio quilombola por parte de Aracruz, y la consecuente plantación de miles de hectáreas con eucalipto, ha provocado la expulsión de millares de familias a las periferias de las ciudades. A inicios de los años setenta existían más de 10.000 familias en San Pedro del Norte. Hoy quedan apenas 1.500.

En medio del eucaliptal viven y resisten pocas personas, en su mayoría mujeres con niños pequeños. Ellas saben que cuando sus niños crezcan tendrán que migrar a las ciudades porque ya no tienen tierra para producir sus alimentos porque desapareció la selva atlántica y los ríos se secaron. La poca agua que resta está contaminada con agrotóxicos usados en las plantaciones de eucalipto. La tierra está árida; esto representa la muerte de ese pueblo, pues, en las ciudades, los quilombolas jóvenes engrosan los cinturones de pobreza, se juntan a pandillas y pueden convertirse en delincuentes.

LA EXPERIENCIA TUPINIKIM Y GUARANI
LOS TUPINIKIM

Los tupinikim son un pueblo indígena ancestral asentado en la región litoral que se extiende desde Sao Paulo hasta el sur de Bahía. Esta franja de tierra corresponde a lo que hoy conocemos como el Estado de Espíritu Santo. Aquí habitaba una población estimada de 55.000 personas cuando llegaron los portugueses en el año 1500.

Iniciado el proceso de colonización y conquista, la estrategia portuguesa consistía en organizar a los indígenas en aldeas y convertirlos al cristianismo. De esta forma garantizaban su ocupación del territorio, así como una reserva constante de mano de obra esclava.

En 1.610 la entonces capitanía de Espíritu Santo concedió a los tupinikim una extensión de tierra, sesmaria (cantidad de tierra, cedida por el rey de Portugal), de 61 km de costa y 37 km de la costa al interior. Esta sesmaria fue demarcada en 1760.

En 1.856 un mapa estadístico de la región registra una población de 3.558 personas pertenecientes al pueblo tupinikim. Fueron diezmados por los conquistadores portugueses y en el siglo XX por las empresas madereras.

LOS GUARANI

Los guaraní recorren el mundo buscando “La Tierra Sin Mal”. Creen que su dios, Tupa Nhanderu, va a rescatarlos y los llevará a una isla paradisíaca en el centro del mar. Por eso se ubican en las costas del Atlántico; en el litoral centro y sur, en los estados de Río Grande del Sur, Paraná, Sao Paulo, Río de Janeiro y Espíritu Santo.

En 1960 Tatanti llevó al pueblo guaraní desde el sur, a la región de Caieiras Velhas en el municipio de Aracruz. Aquí pidieron permiso a los tupinikim para quedarse, desde entonces conviven con ellos en armonía.

Cuando Tatanti murió, su hija Aurora asumió el liderazgo espiritual del pueblo guaraní. Ahora su hijo, Toninio es el cacique de la aldea.

ARACRUZ INVADE TERRITORIO TUPINIKIM Y GUARANÍ

La empresa Aracruz Celulosa entró en el año 1970. Según información del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), Aracruz recibió todo tipo de incentivos de los gobiernos federal y estatal. Invadió los territorios con violencia, asesinando a los indígenas y a todos los que se oponían a la empresa. Entraron con engaños, amenazas, hostigamiento y promesas de crear fuentes de trabajo. Además causaron desastres en el medio ambiente y provocando la pérdida de la biodiversidad en los ríos, el territorio y la fauna. Pero sobre todo causaron la destrucción de los pueblos y sus valores culturales, ya que antes existían 30 comunidades indígenas y hoy apenas quedan siete. La mayoría de las personas de las aldeas migraron a las ciudades. Las familias que quedaron dicen que no podían ni comunicarse unas con otras, porque la compañía tenía guardias privados que les prohibían caminar dentro del área plantada, cazar y pescar. En caso de entrar, los llevaban presos.

ACCIONES DE RESISTENCIA

Los pueblos indígenas guaraní y tupinikim llevan décadas luchando por la recuperación de sus territorios. Actualmente hacen una campaña nacional e internacional con el apoyo de grupos ecologistas, organizaciones indígenas y no gubernamentales. En este contexto, la delegación ecuatoriana representada por Gonzalo Guzmán (Ecuarunari) y Edith Cheme (Fundecol) participó activamente en la autodemarcación del territorio de los pueblos (tupinikim y guaraní).

La autodemarcación del territorio fue de 11 008 hectáreas, para completar el total del territorio indígena de 18 070 hás. determinado por un estudio de la Funai (Fondo de Desarrollo Indígena de Brasil), ya que en el año 1.981 fueron demarcadas 4. 491has. y el año 1.998 2. 570 has.

Durante cinco días se llevó a efecto dicha demarcación, contando con el apoyo y la solidaridad de FASE, MST, MPA, Red Contra el Desierto Verde, Pueblo de Quilombolas, asesores parlamentarios, organizaciones de derechos humanos, Iglesia Luterana, Iglesia Católica (combonianos) y diputados del Partido de los Trabajadores.

Participamos en una masiva marcha, con la presencia de más de 500 personas representantes de todos estos sectores, mientras los indígenas continuaban con la auto-demarcación. Durante la marcha hubo varias intervenciones de diputados, de líderes populares y de la delegación del Ecuador. La acción emprendida por lo indígenas es sobradamente legítima en cuanto a la recuperación de su territorio. Para iniciar las acciones de lucha tuvieron un largo proceso de reuniones con el fin de analizar estrategias. La comisión de caciques y dirigentes (tupinikim y guaraní) elaboró una carta abierta al Ministro de Justicia exigiendo el respeto a la autodemarcación del territorio. Los indígenas tienen en la Constitución de la República una disposición que prohíbe a las autoridades locales confiscar o intervenir las tierras indígenas.

En la demarcación participaron 300 personas, entre hombres, niños y gran cantidad de mujeres. Cuando llegó la policía un grupo de aborígenes guerreros con sus armas propias, como flechas, lanzas, machetes y garrotes, se plantaron frente a la policía para impedir cualquier tipo de represión.

300 personas acompañaban a los indígenas mientras hacían la demarcación con motosierras y machetes, procediendo a cortar los eucaliptos en dos hileras. En este momento el área está autodemarcada, para lo cual ellos hicieron primero la señalización con equipo topográfico y GPS. La gran interrogante es como viabilizar la ocupación y la legitimidad ante las autoridades, para lo cual se ha previsto realizar presiones políticas y públicas.

La autodemarcación empezó el 16 de mayo, y la ocupación de sus territorios fue realizada el 31 del mismo mes.

MINAS GERAIS

Fuimos recibidos por el Sindicato de Trabajadores Agrícolas de Minas Gerais, en el Centro de Referencia de los Pueblos de Minas Gerais (SRG). Esta es una hacienda llamada Ágape que tiene una extensión de 800 has. Era propiedad de un hacendado que la entregó en convenio a la Iglesia. Ésta se contactó con el Sindicato para que la gente desempleada de la ciudad realizara actividades agrícolas. En siete meses, el Sindicato consiguió cosechar 70 sacos de maíz, y plantar caña, yuca, café y bananas. También cría animales menores para el sustento básico de las familias. La organización cultiva, así mismo, plantas medicinales y árboles frutales en todo su territorio. Actualmente trabajan en ello 23 familias: Todo esto es una iniciativa para demostrar que se puede enfrentar al eucalipto y al agronegocio, y que se puede hacerlo mediante la producción agrícola diversificada, tanto para la comercialización como para el autoconsumo.

EL EUCALIPTO HOY

El estado de Minas Gerais tiene un total de 2.000.000 has. de plantaciones de eucalipto. En el norte de Minas existen 1.000.000. Éstas son cosechadas para elaborar carbón, usado como fuente de energía para la industria del acero en Belo Horizonte. Diariamente, la industria consume 1.000 camiones de carbón. Cada uno transporta 100 metros cúbicos, lo que da un total de 100.000 metros cúbicos.

En las carbonerías se genera poco empleo, en condiciones degradantes y con mucho trabajo infantil.

En Minas Gerais, las plantaciones de eucalipto se inician en la década de los setenta. El Estado firmó con las empresas contratos de arrendamiento para el uso de las llamadas “tierras baldías”, por un valor de 15 centavos de real la hectárea anual. Esos contratos regían durante 23 años.

Seis meses antes de finalizar el contrato el Estado tenía la obligación de notificar a la empresa la culminación de éste. Pero no ocurrió así, por lo que automáticamente el contrato quedó renovado por 23 años más.

Tal renovación no sucedió en todos los casos. Por ejemplo, en el municipio de Río Pardo de Minas, en Bahía Grande y Chacra, la comunidad se organizó para demandar que fueran devueltas las tierras a sus verdaderos dueños.

La comunidad tiene que recuperar un total de 6.000 has. que, según el acuerdo, serán devueltas por la empresa CERDAU en parcelas con el siguiente plan:
inicialmente fueron devueltas 890 has. y para octubre del 2005 se deberían entregar 300 has. En diciembre, 200 has. más, y, en dos años y medio -es decir en 2007-, cuando sea retirado todo el eucalipto, se tendrían que devolver las 4500 has. restantes.

Pero las 6.000 has. de tierra que serán devueltas por la empresa CERDAU son tierras ya desgastadas por las plantaciones de eucalipto. Además, para devolver la tierra, la empresa pedía la indemnización de 11´000.000 de reales, que el Estado se negó a desembolsar. Pero, a cambio, el gobierno le entregó 12.000 has. productivas en el municipio vecino de Sao Joao do Paraíso, otra zona del Cerrado (bosque de sabana con vegetación silvestre)

Por la inmisericorde acción de la empresa, las vertientes de agua se comenzaron a secar y volvieron áridas e incultivables a las tierras bajas. La comunidad se empezó a organizar entonces para recuperar la tierra.

¿PORQUÉ EL EUCALIPTO PROVOCA SEQUÍA?

Cuando llegaron las plantaciones, el agua se agotó por los siguientes motivos:

1. La irresponsable construcción de carreteras y “caminos corta fuego” (sirven supuestamente para evitar la propagación de incendios). Con el fin de abaratar costos, esas construcciones no contaban con cunetas para la conducción del agua.

2. En los caminos corta fuego transitaban muchas maquinarias. Éstas removían la tierra que, al mezclarse con el agua de lluvia, taponaba las vertientes de los ríos. 

3. Al cambiar la vegetación nativa por los eucaliptos, el agua no penetra en el suelo sino que se escurre, impidiendo la filtración natural del agua en la tierra y en las corrientes subterráneas.

4. En las miles de has. del cerrado, donde están sembrados alrededor de 800 eucaliptos por hectárea, el agua es consumida totalmente por las plantaciones.

LOS CERRADOS

Los “cerrados” (bosques de sabana con vegetación silvestre) constituyen importantes fuentes de agua. Estas mesetas de vegetación tupida funcionan como una esponja. La vegetación nativa que tiene el cerrado es rastrera, media y alta. La vegetación alta recibe el agua de la lluvia en las copas de sus árboles, agua que se desliza hasta la vegetación rastrera y, posteriormente, se filtra en el suelo, desde donde brota luego en las fuentes de agua. Desde allí es distribuída a las tierras bajas, donde los campesinos de la zona tienen sus sembríos. Las tierras de los cerrados nunca fueron usadas por los campesinos para cultivar, sino para pastar su ganado y para proveerse de plantas medicinales, frutos, madera, pesca y cacería.

El cerrado es un ecosistema de gran diversidad biológica. Entre sus múltiples especies animales tiene el tatú, la pava, el venado, la perdiz, el lobo, la guará, la capibara, el papagayo, el preá, el coelho, la gamba, la raposa, el teú y el gato de monte. En su interior crecen, además, la culebra, los peces de río, la traira, el bagre, la tilapia, el pacú, el iñanbú, el tucán, el juriti, el jacú y el loro. En el bosque nativo crecen plantas medicinales, especies maderables, el landín, la jatoba, el mosambé, el palo de aceite, la cosaba, el jacarandá y muchísimas más.

Las plantaciones de eucalipto ocuparon los cerrados, provocando que las tierras bajas de los campesinos se tornaran áridas. Dicha ocupación se realizó de forma violenta: la empresa rodeó el cerrado con sus tractores, enlazados entre sí con pesadas cadenas. Los tractores cerraron poco a poco el círculo y arrasaron con sus cadenas toda la flora y la fauna nativas. Al anochecer, encendían sus faroles para encandilar y asustar a los animales del monte que eran asesinados a tiro de rifle y garrotazos.

Todas las familias tenían ganado pastando libremente en el campo. Cuando llegó el eucalipto no sólo se quedaron sin tierra y sin pasto para alimentar sus animales, sino que muchos de éstos murieron por ingerir los desechos tóxicos de insecticidas, abandonados en el lugar por la empresa.

En las tierras que los campesinos de Bahía Gbrande y Chacra han logrado recuperar, desarrollan una economía de autosustento. Sus cultivos asocian la yuca con el maíz, el fréjol, el banano, el café y árboles frutales. Crían, por otra parte, animales avícolas y ganado diverso. Esta producción les ayuda para mejorar su alimentación, así como para su vivienda, educación y vestimenta, así como para la muy ocasional compra de vehículos.

Con el apoyo económico del gobierno de Lula, la comunidad creó pequeñas cooperativas y centros de producción de almidón de yuca para hacer pan. El gobierno la compra para el desayuno escolar.

LA COMUNIDAD DE RIVERO

En el Municipio de Río Pardo de Minas, en la comunidad de Rivero, 25 familias continúan viviendo rodeadas por plantaciones de eucalipto.

Debido a esas plantaciones el agua se terminó. Actualmente, el proyecto de la comunidad es hacer una laguna para captar el agua de la lluvia. La empresa ya antes había usado ese método para regar sus plantaciones de eucalipto.

Al otro lado de esta comunidad habían vertientes de agua y lagunas que alimentaban al río Santana. La empresa decidió drenar estas fuentes de agua con dos fines: lograr que las familias de la zona se instalaran allí, y tener cerca mano de obra barata. De hecho, la empresa utilizaba a los campesinos como “carboneros” (utilizando el eucalipto como materia prima).

EL CAMPAMENTO DE “MARTIRES DE LA TIERRA PROMETIDA”

En febrero del 2005, 45 familias de Bereda Funda, una comunidad, se tomaron la tierra de la empresa Floresta Minas. Allí construyeron sus casas y hoy cultivan la tierra. La empresa se vio obligada, mediante un pacto con dicha comunidad, a comprometer el retiro de los troncos y raíces de los eucaliptos. Los campesinos actualmente esperan el cumplimiento de ese compromiso. Quieren así ampliar la diversidad de sus sembríos.

Según el testimonio de una anciana nativa de esa comunidad, las familias que habitan estas tierras están allí desde hace más de 400 años, cuando proliferaban las minas de oro. Los comerciantes de Bahía y El Salvador, que abastecían las minas, comenzaron a ocupar esas tierras. Por entonces, la gente que salía a Salinas, distante 40 km, tardaba tres días de camino a pie. Los indígenas habitaban en las orillas del nacimiento del río.

Cuentan que antes de la invasión del eucalipto, hace 25 años, había bosque, ganado, muchos animales salvajes y abundante agua.

Luego, cuando la empresa destruyó el bosque, dado que hasta entonces la tierra era muy fértil, la abonaron y las primeras plantas de eucalipto crecieron en apenas siete años.

En la primera plantación, cuando los primeros árboles de eucalipto tenían sólo 70 cms, el agua empezó a disminuir. Al llegar el eucalipto a dos metros altura, el agua de los riachuelos prácticamente se secó. Siete años después, tras la primera cosecha, el agua volvió, aunque en menor caudal. Luego la empresa insistió en plantarlo y el agua nuevamente se agotó.

“En la medida en que se extraen los troncos y las raíces del eucalipto, el agua vuelve a sus vertientes naturales”, comenta un poblador.

Joao Pereira, campesino de 73 años, cuenta que cuando la empresa llegó ofreció que los niños del pueblo tendrían trabajo cuando crecieran. El único resultado real de sus promesas fue el haber sembrado miedo en los pobladores ante la destrucción que los tractores de la empresa cometieron a su paso: los animales huían, el paisaje cambió, y la gente, amedrentada, empezó incluso a perder la orientación, dada la profunda alteración de su entorno físico.

OTRA TIERRA LIBERADA

Durante el año 2002, en el municipio de Indayabira, Estado de Minas Gerais, los campesinos del Sindicato de Trabajadores Rurales 4, junto con el MST, apoderó de 911 has de tierra que había sido preparada para hacer la segunda plantación de eucalipto de la empresa Italmaguinesio.

La policía invadió el campamento, golpeó y apresó a varios compañeros. Los abogados de los trabajadores lograron liberarlos.

Luego los líderes del MST y del Sindicato de Trabajadores Rurales llegaron al lugar de los hechos, tomaron las maquinarias de la empresa y se quedaron con ellas durante 30 días.

La policía invadió nuevamente el campamento de los campesinos. Pero, esta vez, los campesinos reunieron a 300 personas y cercaron el vivero en donde la empresa tenía 2`500.000 plantas de eucalipto clonado. La negociación terminó con la devolución de las plantas a cambio de la liberación de la tierra.

También en Areiao en las comunidades de Riacho de Areia y Agua Boa, se ha desplegado procesos de defensa de los remanentes de cerrados, evitando el cultivo de eucalipto en un área de 4.000 has.

En Sobrado hay otros territorios recuperados y en Burazao hay 15 comunidades que recuperaron tierra degradada por las plantaciones de eucalipto.

EL PROCESO ACTUAL DE RECUPERACIÓN DE LA TIERRA

Existen amplias redes sociales organizadas en el proceso de recuperación y utilización sustentable de 75.000 has de tierras. Pero estas tierras públicas fueron arrendadas a empresas plantadoras de eucalipto. Ventajosamente los contratos de arrendamiento están concluyendo. Y las tierras deben ser entregadas a las

familias de campesinos que viven alrededor, para estimular la producción, la seguridad alimentaria y la generación de empleo agrícola, así como para incentivar el sistema agrario y del aprovechamiento de los productos del bosque (uso extractivista).

Los campesinos organizados se proponen, en un plazo de 5 años, la recuperación paulatina de estas 75.000 has para beneficiar a 750 familias. Esto exige, previamente el cumplimiento de las siguientes metas.

METAS ANUALES PARA LA TRANSICION


AÑO

No FAMILIAS

AREA INCORPORADA HAS.

1

100

10.000

2

125

12.500

3

150

15.000

4

175

17.500

5

200

20.000

TOTAL

750

75.000

DESTINO DE LAS TIERRAS (HAS)

1
FAMILIA

100
FAMILIAS

750
FAMILIAS

Parcelas de uso familiar

40

4.000

30.000

Parcelas de uso extrativista

40

4.000

30.000

Reserva legal

20

2.000

15.000

TOTAL

100

10.000

75.000

De esta forma las 75.000 has. del cerrado, que hoy están ocupadas por monocultivos de eucalipto serán reincorporadas de manera que garanticen la constitución de por lo menos 15.000 has como área de Reserva Legal.

Cerca de 30.000 has. están destinadas al manejo extractivista y a la recuperación de la vegetación nativa. Las actividades permitidas serán la recolección de plantas medicinales, de frutos y hojas de especies como el pequi, el rufao, el coco, la indaia, y ganado suelto.

Otras 30.000 has se incorporarán en sistemas productivos diversificados, beneficiando prioritariamente a 750 familias de agricultores con poca o ninguna tierra y que hoy viven en situación de grave inseguridad alimentaria.

MST Y MPA

“Nunca pensamos que al ganar Lula nosotros tendríamos el poder. Lo que sí pensamos es que podríamos avanzar en cuanto a la reforma agraria. El MST no es un partido político; no tenemos vinculación orgánica y no nos sometemos a ninguna estructura partidaria. En el MST tenemos una posición política propia, porque el poder no está en la estructura del sistema; el poder está en la movilización, en nuestra estructura política y en nuestra capacidad organizativa.”

Lo que hoy es el MOVIMIENTO SIN TIERRA (MST) , nace el 27 de octubre de 1.985 con acciones determinantes, como los 57 asentamientos en el Estado de Espíritu Santo.

EL MOVIMIENTO DE LOS PEQUEÑOS AGRICULTORES (MPA) nace en Río Grande del Sur en 1996. En la actualidad están organizados en 17 de los 25 estados. El principal objetivo del MPA, junto con los campesinos, es construir un proyecto de desarrollo favorable para los pequeños agricultores, que asegure la continuidad de la vida, la recuperación de antiguas formas de cultivar la tierra y la conservación de semillas, como estrategia para garantizar la soberanía alimentaria.

El MST y el MPA, entre otras organizaciones convocaron en 1996 a una histórica movilización de más de 100 mil personas en Brasilia. Así como a masivas ocupaciones de tierra.

La Unión Democrática Ruralista (UDR), los terratenientes, los gobernadores estatales y funcionarios locales, bajo el amparo de Fernando Enrique Cardoso, lanzaron una contraofensiva, para desprestigiar al MST y a otras organizaciones populares.

Como resultado de esta represión, en 1996 se lleva a cabo la masacre de El Dorado de Carajás, en el estado de Pará, donde la policía militar asesinó a 19 trabajadores sin tierra. Durante los primeros cuatro años del régimen de Cardoso, fueron asesinados 163 trabajadores rurales.

Ahora, en el gobierno de Lula, la seguridad privada de una hacienda mató a cinco campesinos en una ocupación de tierras.

Durante el gobierno de Fernando Enrique Cardoso el gobierno creó una ley previsora, que hasta hoy sirve para impedir la correcta aplicación de la reforma agraria. Dicha ley entrega la última decisión de la tenencia de la tierra al sistema jurídico, quitándole al Instituto De Reforma Agraria (INCRA) la decisión en ese campo. Como resultado, a los campesinos que ocupan las tierras se les impide permanecer en éstas con el argumento de que si lo hacen no será legalizada. Esta ley está en vigencia hasta ahora y la responsabilidad de cambiarla recae en el congreso que actualmente sigue influenciado por los terratenientes.

También durante el gobierno de Cardoso, en 1999 se creó “La Reforma Agraria De Mercado”, mediante la cual se desviaron fondos del INCRA, que debían ser destinados para el apoyo a pequeños agricultores, para “El Banco De La Tierra”. Los fondos de este banco se destinan a comprar tierras de los latifundistas, que lucran con el precio de ésta inflando su valor. Por ejemplo de 10.000 reales que costaba cada hectárea, ahora cuesta 20.000 reales o 8.400 dólares. En definitiva subió el 100% el valor de la tierra. Existe un precio medio de 15.000 reales por hectárea. Esto provoca que los verdaderos beneficiados con la reforma agraria sean los latifundistas.

Estas dos medidas gubernamentales son obstáculos que tornan imposible una verdadera reforma agraria.

En Espíritu Santo existen 86.000 pequeñas propiedades. De éstas, el 82% son de menos de 10 hectáreas. Sin embargo éstas ocupan apenas el 27% del área total de tierras cultivables. Eso demuestra que todavía prevalece la concentración de la tierra en pocas manos.

Al existir gran cantidad de pequeños propietarios, la lucha de clases en Espíritu Santo no es tan visible como ha ocurrido en los estados de Pernambuco, Bahía, Río Grande del Sur o Paraná.

En el Estado de Espíritu Santo hay 65.000 familias sin tierra. La gente que organizó el movimiento, logró que 3.000 familias consigan propiedades. Hay que destacar que las áreas conquistadas tienen un nivel satisfactorio de producción.

ARACRUZ EN EL ESTADO DE ESPIRITU SANTO

Aracruz es la empresa transnacional que se convirtió en el principal enemigo de la reforma agraria. Ha provocado serios problemas, porque ella aparece como “la niña de los ojos” del agronegocio, procurando salvar el latifundio. La influencia de Aracruz es una dificultad real para la gente. Vemos cómo el monocultivo de eucalipto es una política de Estado. El MST está enfrentando ese modelo agrícola, que impide la aplicación de otro nuevo modelo que no sea la continuación del capitalismo.

El 17 y 18 de mayo de 2005 el MST realizó una marcha a Brasilia para proponer una transformación en la aplicación de la política agraria. El MST mantiene las movilizaciones para que el Estado escuche y ejecute las demandas de la sociedad.

PROCESO ORGANIZATIVO

Ante los efectos sociales y ambientales provocados por los monocultivos de eucalipto, en Brasil desde hace varios años se formó la Red En Contra Del Desierto Verde, que está formada por cientos de organizaciones a nivel nacional. En mayo de 2005 se produjo el cuarto encuentro nacional de la Red Contra El Desierto Verde en el que participó la delegación ecuatoriana. Las resoluciones del encuentro, constan en la Carta de Jacaraípe.

CARTA DE JACARAÍPE

Nosotros, indígenas (Pataxó, Tupinikim y Guaraní), quilombolas (afrobrasileños), geraiszeiros, campesinos, trabajadores rurales sin tierra, pescadores, sindicalistas, biólogos, geógrafos, ingenieros forestales, abogados, artistas, representantes de ONGs y otros apoyos de los Estados de Minas Gerais, Río de Janeiro, Espíritu Santo, Bahía, Río Grande del Sur, Pará y también de Ecuador, Uruguay y Costa Rica, reunidos en el 4º Encuentro Nacional de la Red Alerta Contra el Desierto Verde, en Jacaraípe, municipio da Serra-ES convocamos a la sociedad a la reflexión sobre los graves impactos económicos, sociales, culturales y ambientales provocados por la expansión continental del monocultivo del eucalipto y demás cultivos manejados por el agronegocio exportador.

La prioridad dada por nuestros gobiernos al fomento del monocultivo del eucalipto, del pino, de la soja, de la caña de azúcar, entre otros, significa la profundización del proceso de concentración de tierras, deteniendo e impidiendo toda perspectiva de reforma agraria y de democratización del acceso a la tierra. Al ocupar las tierras cultivables con el monocultivo, el gran capital impide la producción de alimentos esenciales, justamente donde hay más hambre y miseria.


Ya se constató en los encuentros anteriores de esta Red, que el actual Gobierno de Lula, e inclusive la Ministra Marina Silva, para espanto general, refuerzan cada vez más el modelo excluyente de la plantación de monocultivos de árboles en gran escala con fines industriales, ignorando el desastre ambiental y social causado en los últimos 40 años. La Red Alerta Contra el Desierto Verde entiende que no vale la pena hacer un gran estudio en el país para mapear y proponer resoluciones para los conflictos entre las comunidades que sufren los impactos de las empresas que plantan monocultivos, mientras el Gobierno Federal mantenga la meta de ampliación del área de plantaciones de árboles en el Brasil de dos millones de hectáreas para 2007, lo que generará cientos de nuevos conflictos. Solamente en Minas Gerais en el año 2004 se plantaron casi 150 mil hectáreas de tierra con monocultivos de eucalipto.

Reforzamos nuevamente que queremos un Brasil competitivo en el respeto a la diversidad étnica y cultural y a las necesidades y perspectivas de las comunidades locales con ricas experiencias de producción agrícola diversificada sin el uso de agrotóxicos. Queremos un Brasil competitivo en la protección y recuperación de las áreas degradadas por monocultivos, utilizando especies de árboles nativos de forma diversificada, asentando familias sin tierra y utilizando técnicas agroecológicas. Exportar cada vez más celulosa y hierro, refuerza el modelo económico dominante en el país que produce cada vez más hambre y miseria en un país donde millones de familias no tienen qué comer.

A todo esto se agregan nuevas preocupaciones como la expansión, a través del Protocolo de Kyoto, del Mercado de Carbono, que viene a reforzar la desigualdad Norte-Sur y mercantilizar una cuestión ambiental de las más graves para la humanidad: el cambio climático. La mercantilización de la cuestión ambiental está reforzada también a través de las certificaciones del FSC y de Certificación Florestal (CERFLOR: Sistema de certificación elaborado por el gobierno brasileño en conjunto con las empresas, sin participación de la población), que además de no respetar a las comunidades que sufren los impactos del monocultivo del eucalipto, refuerzan el consumo sin límite de un sector minoritario del planeta, principalmente en los países del Norte. Además de eso, sabemos que es imposible que monocultivos como los de eucalipto y pino con fines industriales, sean socialmente justos, ambientalmente adecuados y económicamente viables como pretende el FSC, teniendo en cuenta asimismo las certificaciones otorgadas a empresas que causan enormes impactos sociales y ambientales.


Se pregunta: ¿Qué es lo más importante? ¿El derecho básico y constitucional de los indígenas Tupnikim y Guaraní, por ejemplo, sus tierras, su cultura y a su supervivencia, o las ganancias obtenidas por Aracruz Celulose a través del aumento de sus exportaciones de celulosa para la fabricación de papel descartable en el llamado Primer Mundo? Reafirmamos que creemos en otro mundo posible, que tenga en cuenta los derechos y el bienestar de todas las poblaciones, con toda su diversidad. No podemos ceder a un mundo cuya lógica impuesta es el consumo sin límite, el materialismo y la cuestión económico-financiera, profundizando la desigualdad y la exclusión.

Por todo eso, en nuestro IV Encuentro Nacional tomamos las siguientes resoluciones:

· Fortalecer la resistencia y las luchas locales contra los monocultivos que invaden las tierras de los indígenas, quilombolas, geraiszeiros y demás campesinos;
· Presionar para que las tierras indígenas y quilombolas sean demarcadas;
· Exigir que el Ministro de Justicia, Márcio Thomaz Bastos, demarque inmediatamente las 18.070 hectáreas de tierras indígenas Tupinikim y Guaraní en el Estado de Espírito Santo;
· Fortalecer proyectos de reconversión del eucalipto en áreas cultivables, garantizando la seguridad alimentaria del pueblo, la protección de los recursos hídricos y la diversidad cultural;
· Fortalecer la articulación y el apoyo mutuo entre los países de América Latina que enfrentan al monocultivo, a través de la Red Latinoamericana contra los Monocultivos de Árboles;
· Desacreditar a la certificación del FSC (Consejo de Manejo Forestal) para plantaciones de árboles en gran escala;
· Desacreditar también a otras certificaciones como la de CERFLOR;
· Estimular una formación profesional volcada a las demandas de los trabajadores rurales;
· Intensificar la divulgación y crítica al mercado de carbono, a través de trabajos en las comunidades y mediante instrumentos alternativos de comunicación;
· Crear un día nacional de lucha contra el mercado de carbono;
· Repudiar la posición de la Ministra de Medio Ambiente Marina Silva a favor del sector industrial de base “forestal”;
· Repudiar las ambigüedades cometidas en la elaboración del Plan Nacional de Bosques (PNF) y exigir al gobierno y a las empresas que detengan inmediatamente la expansión de los monocultivos de árboles en el país y prioricen, cuanto antes, una consulta seria y profunda con todas las comunidades que sufren el impacto de los monocultivos, para subsidiar la elaboración de una nueva política, verdaderamente forestal en el país, integrada a políticas de reforma agraria, seguridad alimentaria, agroecología y reforestación diversificada;
· Exigir la ejecución de las resoluciones de las conferencias de medio ambiente (en las esferas municipales, de los estados y nacional);
· Repudiar la elaboración del informe “Temas conflictivos relacionados con la expansión de la base forestal” realizado por el Ministerio de Medio Ambiente, como respuesta oficial a la situación vivida hace años por las comunidades que sufren los diversos impactos negativos de las plantaciones de árboles en gran escala en Brasil;
· Exigir que el MDA impida la inversión de recursos públicos del PRONAF para la plantación de monocultivos;
· Presionar a los núcleos de las Oficinas Regionales del Trabajo (DRTs) para que actúen con respecto a los mutilados y accidentados del corte del eucalipto y al trabajo esclavo en las carbonerías.


Junio de 2005
Rede Alerta Contra o Deserto Verde

MANIFIESTO DE LA DELEGACIÓN ECUATORIANA

La delegación ecuatoriana representantes de las organizaciones: CONAIE – Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador; ECUARUNARI – Nacionalidades de Los Pueblos Kichua del Ecuador, Acción Ecológica y FUNDECOL – Fundación de Defensa Ecológica, comprometidos por la defensa de sus territorios, por la dignidad y soberanía de los pueblos, expresamos nuestra solidaridad y respaldo a nuestros hermanos indígenas tupinikin, guaraní y quilombolas, así como a las organizaciones campesinas de Brasil que luchan incansablemente por el respeto a los derechos humanos y la recuperación de sus territorios usurpados por las oligarquías nacionales y transnacionales.

En este contexto, rechazamos el fomento de los monocultivos forestales que van en contra de la supervivencia de la humanidad.

ANEXOS

1. HISTORIA DE LOS QUILOMBOLAS

En un inicio existían dos “quilombos” ( aldeas ). Uno de ellos era liderado por Jacimba Gaba, jefa de la Nación Banto, capturada en Angola y puesta al servicio del esclavista José Trancoso. Después de matar a su esclavizador, Jaciba Gaba escapó con su gente y se refugió en la selva atlántica. Al segundo quilombo lo dirigía Rugerio, otro esclavo que luchaba contra sus opresores utilizando la estrategia cultural de la magia.

Otra figura histórica es Benedito Medialegua, un guerrero que liberaba esclavos de las haciendas de la región, verdadero referente político, estratégico y dinámico, cuya lucha expresó la autoestima, la dignidad y la resistencia del pueblo quilombola.

Cuando hablan de Benedito cantan, danzan y realizan actos rituales; todo ello en honor a la imagen de Benedito que eleva su figura y se expresa en la alegría, la fuerza y la belleza.

Hoy en día la espiritualidad negra se fusiona con la religiosidad católica para mantener viva la fuerza guerrera de Benedito. El 27 de febrero el “yongo”, la expresión ritual de la religiosidad negra, entra en la iglesia de San Benedito celebrando con magia, tambores, danza y cantos al guerrero libertador. Otro ritual que mantiene viva la fuerza política de Benedito es el “tucumbí”, donde dos “reyes” se enfrentan con versos irónicos y danzan con el fuego, recordando el valor y la perspicacia de Benedito.

2. ROMERIA POR LA TIERRA

¡Romería por la tierra
que al pueblo logra reunir,
es una lucha sin guerra
la que luchamos por ti!

La bella naturaleza
es obra del creador
pues de una obra perfecta
Dios tuvo la inspiración.

Pero por la suerte ingrata
la empresa y su plantación
hizo así que comenzara
esta nuestra maldición.

Mas con el paso del tiempo
la plantación aumentó
y la ambición de sus dueños
nuestra tierra negoció.

A unos se la compraron
y a otros se la arrancó
capataces y soldados
matando al trabajador.

Los antiguos propietarios
hoy viven en abandono
y sin su tierra quedaron
los que antes tenían todo.

Trabajadores amigos
miren nuestra situación
nosotros los campesinos
en la peor condición.

Marchita la sementera
el eucalipto dejó
y la tierra que era nuestra
hoy es toda del patrón.

Desempleo en la ciudad
no es futuro, es maldición
así que a recuperar
nuestra tierra y corazón.



UNA PRODUCCIÓN DE :
· CONAIE
· ECUARUNARI
· FUNDECOL
· ACCIÓN ECOLÓGICA

ELABORADO POR:
· IVONNE RAMOS
· CORA CADENA
· JAIME GUEVARA
· EDITH CHEME

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  • Barrio La Gasca, Quito, Ecuador

  • +593 2 321 1103
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