Acción Ecológica presume que lo público puede entenderse desde distintas perspectivas. Una definición clara de lo público lo señala la politóloga alemana, Hannah Arendt, que explica sus acepciones de la siguiente manera: “el término «público» significa el propio mundo, en cuanto es común a todos nosotros y diferenciado de nuestro lugar poseído privadamente en él. Este mundo, sin embargo, no es idéntico a la Tierra o a la naturaleza. Más bien está relacionado con los asuntos de quienes habitamos juntos en el mundo hecho por el hombre […] Si el mundo ha de incluir un espacio público, se lo puede establecer para esta y las generaciones futuras y no solo para los vivos”.
Es en la esfera pública –a más de la privada- en la que los seres humanos, seres sociales, nos relacionamos y nos expresamos. Es un derecho el poder hacerlo en espacios públicos, como plazas, parques, la calle, teatros, medios de comunicación, etc. En este contexto aparece el espacio político en el que las personas, además de expresarse, intercambian ideas, comparten leyes, debaten y construyen estado y sociedad; este accionar debe ser de forma participativa y deliberativa.
Es absurdo pesar que lo político se refiere solamente a un espacio donde se desarrollan actividades “políticas” como en el parlamento, la asamblea nacional, el palacio de gobierno o los gobiernos locales o a momentos proselitistas y electorales.
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