Acción Ecológica Opina
Durante el 21 al 27 de septiembre, se realizará en Nueva York la Semana del Clima, un evento que se lleva a cabo desde el 2009 al mismo tiempo que se celebra la Asamblea General de Naciones Unidas, aunque no forma parte de las negociaciones oficiales sobre el clima. Quienes participan en ella son empresarios y gobiernos que se convocan para sostener una ronda de negocios y propaganda corporativa. Organizaciones de la sociedad civil también participan, muchas de las cuales aprovechan el momento para develar las verdaderas causas y soluciones a la crisis climática.
Entre los auspiciantes de la Semana del Clima 2020 en Nueva York están corporaciones como Walmart, Johnson & Johnson, Unilever, Amazon, Facebook, Google, AT&T, AstraZeneca o la International Copper Association, entre otras. Todas, responsables de graves problemas ambientales. Además, están bancos y el FMI como invitados.
En este marco, varias empresas han optado por ofender la inteligencia de los pueblos, al declarar que serán “carbono-neutrales” o tendrán “cero emisiones” en las próximas décadas. Pero, ¿en qué consiste ser carbono neutral o emisor cero? Básicamente consiste en, por ejemplo, construir una mega infraestructura con miles de hectáreas con paneles solares, como lo hace Google; invertir en tecnologías para la “remoción de carbono” como pretende hacer Facebook; compensar sus emisiones con millones de hectáreas de monocultivos forestales al estilo Apple (1); o como busca Walmart, acaparar más de 200.000 km2 de tierras y más de 2,5 millones de km2 de océanos (2) hasta el 2030, con proyectos de conservación, manejo y restauración (ya podemos sospechar que no será nada bueno).
Los proyectos REDD+, de plantaciones de agrocombustibles en países del Sur, o las llamadas Soluciones Basadas en la Naturaleza, están también entre los engaños de las grandes empresas para supuestamente ser carbono-neutrales, cero-emisores o descarbonizadas. Su cinismo alcanza para que empresas mineras como la BHP, afirme que operará con cero-emisiones-netas para el 2050, para lo cual utilizará “energía eléctrica renovable” en la mina de carbón en Queensland, Australia (3).
Para completar este panorama impúdico y a la vez aterrador, la Unión Europea plantea que Tecnologías para Emisiones Negativas (NETs) pueden considerarse para una asignación gratuita de “créditos biogénicos” a las empresas, por supuestamente haber removido CO2 de la atmósfera a través de geoingeniería, como es la Bioenergía con Captura y Almacenamiento de Carbono (BECCS por sus siglas en inglés). Esta técnica, enormemente promocionada en esta Semana del Clima, consiste en plantar árboles y otra biomasa (que absorberá carbono al crecer) y luego quemarla en plantas de energía especiales que capturan las emisiones de carbono antes de que escapen a la atmósfera. Muchos expertos señalan que esta técnica no tiene nada de “carbono-neutral” puesto que produce más emisiones de CO2 que la quema de los combustibles fósiles que supuestamente dicen reemplazar. Esto se debe sobre todo a las emisiones del cambio de uso de la tierra para producción de cultivos energéticos, la recolección y el transporte, el desplazamiento de la agricultura para alimentos, o debido al reemplazo, degradación y sobreexplotación de bosques, entre otros problemas (4).
Todos estos inventos del sector corporativo no solo que no reducen la contaminación atmosférica con CO2 y otros gases, sino que les permite seguir la espiral de producción y consumo sin fin, altamente dependiente de combustibles fósiles. Y con ello van a empeorar la crisis climática y los impactos ambientales locales, con mayor vulneración de derechos humanos y de la naturaleza.
Durante la Semana del Clima también se ha colocado en uno de los edificios de Nueva York el Reloj Climático (5) que dice marcar “la cuenta regresiva del tiempo que queda para tomar medidas que salven al planeta”, y que sería de 7 años. La cifra, según los creadores de dicho reloj, fue calculada en base al aumento de la temperatura, la tasa de emisiones anuales y el “presupuesto de carbono” que queda en el planeta. Es decir, la capacidad que le queda a la atmósfera, a los océanos, plantas y animales, y a las rocas para absorber las emisiones de CO2.
Este Reloj Climático no refleja una seriedad científica, y puede estar ocultando la política detrás de esta cifra. Por ejemplo, de acuerdo con información sobre cómo se calcula el “presupuesto de carbono”, la manipulación de las cifras es tal que puede haber científicos (6) que dicen que aún se pueden emitir 1000 Giga Toneladas de CO2, mientras otros alegan que esa capacidad ya se acabó hace mucho, y que por eso precisamente es el calentamiento global. Efectivamente, esa capacidad empezó a llegar al límite desde que los combustibles fósiles empezaron a ser extraídos y usados masivamente a partir de 1850 y la segunda revolución industrial. El carbono fósil que había estado millones de años en el subsuelo, al salir, comenzó a alterar los ciclos de la naturaleza, como es el ciclo del carbono. Es también por esta razón que las propuestas de sumideros de carbono, REDD+ y todos los planes de “compensación” de carbono fósil, resultan ridículos desde el punto de vista científico, y son una falsa solución a la crisis climática, a más de un engaño al sentido común.
La ira que provocan los negocios y ejercicios de maquillaje de las empresas y gobiernos, es mayor cuando a pocos días de la Semana del Clima, numerosos desastres climáticos (7) han puesto en evidencia la tragedia que éstos suponen para muchos pueblos. Se han registrado incendios en Siberia y en el Pantanal en Brasil; tormentas en Grecia, Vietnam y Laos; inundaciones en Sudán y Nigeria, donde se presume que habrá hambruna; tormentas de rayos en India, matando a 42 personas; aludes en Nepal; y tan solo en Estados Unidos, el huracán Sally, los incendios en California y Oregon, apagones en Utah por ventiscas, y tormentas en el Golfo de México que obligaron a evacuar a trabajadores petroleros de las instalaciones offshore.
Ante esto, la inacción de los gobiernos es casi generalizada. Son los pueblos los que impulsan las verdaderas soluciones. En Ecuador, la resistencia de las comunidades a las actividades petroleras o mineras, la propuesta de salvar el Yasuní, la oposición a la expansión de los agronegocios, la defensa de los bosques, de los páramos, de los ríos secuestrados por represas, el rechazo a los proyectos REDD+, son batallas dadas en los territorios, donde resuena el tic-tac del reloj del cambio.
ACCIÓN ECOLÓGICA
23 de septiembre de 2020
Referencias:
(1) Facebook and Google announce plans to become carbon neutral” The Guardian. 15/09/20
https://www.theguardian.com/environment/2020/sep/15/facebook-and-google-announce-plans-become-carbon-neutral
(2) ETC Group. Geoingeniería amenaza los océanos. https://www.etcgroup.org/es/content/geoingenieria-amenaza-los-oceanos-0
(3) BHP. Climate Change Report 2020. https://www.bhp.com/-/media/documents/investors/annual-reports/2020/200910_bhpclimatechangereport2020.pdf
(4) Bio-Energy with Carbon Capture and Storage (BECCS). http://www.geoengineeringmonitor.org/2018/05/bio-energy-with-carbon-capture-and-storage-beccs/
(5) 7 años y 102 días, con una cuenta regresiva que se mueve cada segundo. https://climateclock.world/
(6) https://www.carbonbrief.org/analysis-how-much-carbon-budget-is-left-to-limit-global-warming-to-1-5c
(7) PUBLIC HEALTH ENGLAND. Global Hazards Weekly Bulletin: 12th – 18th September. http://www.met.reading.ac.uk/~sgs02rpa/extreme.html
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