QUIENES SOMOS

Por la llanura de la noche cruza Una pequeña luz que cabecea: Ella es mi pecho roto en el que tiembla La fiebre inextinguible…

(César Dávila Andrade, Poema No.1)

RATIFICAMOS NUESTROS PRINCIPIOS Y COMPROMISO EN DEFENSA DE LA VIDA

Acción Ecológica nació en noviembre de 1986.

En una primera etapa, entre 1986 y 1995, impulsamos diferentes formas de expresión para que los temas de la naturaleza contagien a la sociedad y reafirmen expresiones democráticas de participación que habían estado limitadas durante el periodo de dictaduras. Trabajamos con jóvenes en escenarios urbanos, impulsamos huertos en zonas periféricas de la ciudad, empezamos a recorrer el país y establecer los vínculos entre intereses empresariales, de grupos de poder político, y las afectaciones a los ecosistemas. Nuestra propuesta siempre fue sumar esfuerzos y sumarnos a iniciativas en defensa de la naturaleza y los pueblos. Tempranamente, impulsamos y coordinamos por varios años la Campaña Amazonía por la Vida desde donde se logró visibilizar los impactos de la actividad petrolera en la Amazonía.

RATIFICAMOS NUESTROS PRINCIPIOS Y COMPROMISO EN DEFENSA DE LA VIDA

Acción Ecológica nació en noviembre de 1986.

En una primera etapa, entre 1986 y 1995, impulsamos diferentes formas de expresión para que los temas de la naturaleza contagien a la sociedad y reafirmen expresiones democráticas de participación que habían estado limitadas durante el periodo de dictaduras. Trabajamos con jóvenes en escenarios urbanos, impulsamos huertos en zonas periféricas de la ciudad, empezamos a recorrer el país y establecer los vínculos entre intereses empresariales, de grupos de poder político, y las afectaciones a los ecosistemas. Nuestra propuesta siempre fue sumar esfuerzos y sumarnos a iniciativas en defensa de la naturaleza y los pueblos. Tempranamente, impulsamos y coordinamos por varios años la Campaña Amazonía por la Vida desde donde se logró visibilizar los impactos de la actividad petrolera en la Amazonía.

En esa etapa de la vida de Acción Ecológica, mantuvimos un trabajo de asesoría y acompañamiento a diversos grupos sociales. En 1988 fuimos impulsoras en la creación de la Coordinadora Ecuatoriana de Organizaciones para la Defensa de la Naturaleza y el Medio Ambiente –CEDENMA- y en 1990 fuimos parte de la constitución del Observatorio Socioambiental de la Amazonía, a través del cual dábamos asesoría a Centrales Sindicales de la Cuenca Amazónica. En esta fase logramos posicionar la perspectiva ambiental al interior de múltiples organizaciones sociales.

A partir de 1995 iniciamos un segundo período, trabajando con organizaciones indígenas y campesinas, en defensa de sus derechos colectivos y en apoyo a organizaciones locales que enfrentan conflictos socioambientales. Estas organizaciones, ancladas en la tierra y los territorios, demandaban respeto a sus derechos y políticas más democráticas; así nacieron propuestas como la soberanía alimentaria y energética, y el pensar en un Ecuador post-petrolero con su símbolo máximo el Yasuní.

En esta segunda etapa, se va configurando la identidad de Acción Ecológica diferenciada de varios grupos ambientalistas, centrando nuestro trabajo junto a los ecologistas populares. Así mismo, nuestra identidad se construyó a partir de propuestas participativas, alegres y creativas, que, aunque molestaron a empresas y gobiernos, afirmaban la no violencia como forma idónea de expresión. Nuestra consigna era “A Romper la Dominación con Imaginación”. Empezamos a trabajar en red con varias organizaciones que comparten nuestros objetivos alrededor del mundo- Fuimos fundadoras de la Red de Resistencia Oilwatch a nivel internacional, y de la Red RALLT por una América Latina Libre de Transgénicos.

Una tercera etapa se inicia a fines de la década de 1990 y los años 2000, cuando empezamos a incorporar en nuestras actividades la defensa de los derechos de la naturaleza y del Sumak Kawsay, como el camino por el que debemos transitar para poder vivir en una sociedad más justa y equitativa para los seres humanos y no humanos que compartimos este planeta.

Durante la década del 2010 al 2020, Acción Ecológica abordó temas como la resistencia a la minería de la mano del ecofeminismo gracias a la fortaleza de nuestra hermana y compañera Gloria Chicaiza, quien nos dejó su legado de seguir adelante en la lucha sin descanso.

Acción Ecológica, siempre buscando dejar semillas de organización y resistencia es ahora un referente a nivel nacional e internacional, respetada por ser una organización ecologista radical consecuente con los principios que la sostienen.

BIOSEGURIDAD

NUESTROS LINEAMIENTOS






NUESTROS PRINCIPIOS





30 AÑOS DE ACCIÓN ECOLÓGICA

En el 2016 Acción Ecológica cumplió 30 años. Un período de tiempo en que su accionar y palabra han sido conjugadas en clave de resistencia junto a comunidades y pueblos para defender los territorios amenazados por el avance del extractivismo; el agronegocio; la mercantilización de la naturaleza; la construcción de represas, hidroeléctricas, refinerías.

INTENTOS DE CIERRE A LA ORGANIZACIÓN

En los años 2009 y 2016 Acción Ecológica pasó por dos intentos de cierre por parte del gobierno de esa época. La persecución a la organización pretendía acallar la voz de denuncia frente a las políticas extractivas y violación de derechos humanos y de la naturaleza por parte del Estado ecuatoriano y las empresas extractivas. Gracias al apoyo de la sociedad civil, de las organizaciones sociales y de muchos actores a nivel nacional e internacional ninguno de estos intentos de cierre se efectuó.

La organización

Somos una organización horizontal, es decir, no existen jerarquías y las decisiones se toman en el colectivo de trabajo. No existen cargos (excepto funciones administrativas) y cada miembro es encargado de una campaña. Los temas que se abordan son los impactos que generan las actividades: petrolera, minera, camaronera, forestal y de plantaciones, hidroeléctricas, la biotecnología, transgénicos, bioprospección y la biopiratería. Trabajamos en el fortalecimiento de la soberanía alimentaria, poniendo en el debate la libre circulación de semillas, el acceso al agua, tierra y el derecho al alimento culturalmente adecuado. Se analizan también temas más macro como impactos ambientales a nivel urbano, la globalización, los tratados de libre comercio, la deuda ecológica y el cambio climático. Hemos logrado poner en el debate público temas ambientales novedosos en los que se enfrentan posiciones y se ponen de manifiesto intereses y propuestas que se confrontan, inequidades marcadas y beneficios para pocos. Ponemos de manifiesto la otra cara de la medalla en los problemas ambientales y muchas veces como estrategia hacemos que temas, supuestamente, vedados, sean secretos a voces.

Cuestionamos el modelo de desarrollo implementado en el país, por ser antiecológico, inequitativo y excluyente. A través de nuestro trabajo ponemos de manifiesto nuestro rechazo a las actividades productivas a gran escala, que atentan contra los derechos colectivos y ambientales de las comunidades locales. Nuestro trabajo parte del reconocimiento de que la situación nacional responde también a fuerzas externas y a realidades locales, por lo que en nuestra gestión consideramos los ámbitos local, nacional, regional y global.

El diseño y aplicación de diversas estrategias nos permite apoyar la resistencia de las comunidades afectadas por actividades productivas que generan impactos socioambientales. A través de la resistencia nos proponemos avanzar hacia la recuperación y consolidación de comunidades ecológicamente sustentables. La preocupación por lo ambiental cuestiona un modelo de desarrollo que privilegia la concentración de la riqueza, de los bienes naturales, los patrones de consumo y la capacidad de consumo. Esto ha determinado que las actividades productivas, casi siempre, rebasen las capacidades de carga del medio ambiente, generando deterioro y degradación ambiental. Varias culturas y grupos humanos viven del manejo que hacen del entorno natural y cuando se destruye el medio del que dependen para sus actividades productivas y reproductivas su futuro está en riesgo. El desarrollo, tal como se lo concibe, privilegia el crecimiento económico y responde a la lógica de las fuerzas del mercado, sin considerar los impactos ambientales, sociales y culturales.

Acción Ecológica parte de que el uso, acceso y control de los recursos naturales en el país es injusto, fortalece las relaciones de inequidad ya existentes y causa serios impactos en el entorno natural del que dependen grupos comunitarios para su sobrevivencia. En el Ecuador la explotación de recursos, practicada por grupos económicos de poder, se plantea como una falsa propuesta de desarrollo. Confrontamos esta propuesta en la medida en que la toma de decisiones está en manos de quienes tienen el control económico, político y/o militar y se desconoce la existencia de comunidades y pueblos indígenas, afros, montubios y campesinos que históricamente han enriquecido los ecosistemas a través del manejo de los mismos, de sus conocimientos ancestrales y han hecho uso de los recursos naturales de una manera culturalmente adecuada.

Acción Ecológica apoya a estas comunidades, visibilizando los impactos socioambientales que las actividades productivas a gran escala generan y evidenciando cómo se pone en riesgo la sostenibilidad de comunidades urbanas y rurales y de la población nacional en general.

El escenario político en el que actuamos involucra a actores antagónicos: quienes ven violados sus derechos, que son las comunidades, y quienes violan esos derechos, que son las empresas, nacionales o transnacionales o el Estado. Frente a los conflictos socioambientales que el modelo de desarrollo genera, Acción Ecológica apoya a las comunidades que deciden resistir a la explotación o producción de recursos naturales a gran escala. Muchos actores nacen o se constituyen a partir del conflicto, surgen por las interrelaciones de los actores para obtener un objetivo definido, con relación al problema. Nosotros catalizamos los conflictos no los neutralizamos. En el enfoque de trabajo Acción Ecológica hace una defensa a la Vida, pero no desde el desarrollo sostenible, como la hacen muchas de las instituciones que trabajan en la defensa ambiental. Si no desde el reconocimiento de las Sociedades Ecológicamente Sustentables.

En este contexto y siguiendo la Constitución de Montecristi del 2008, Acción Ecológica se declara defensora de la naturaleza, de sus ciclos, de sus partes constitutivas, de su derecho a la restauración y de las personas, pueblos, comunidades que son defensores y defensoras de los derechos de la naturaleza.

El ecologismo

El ecologismo parte de la premisa de que muchos de los desequilibrios ambientales se originan en las estructuras socioeconómicas de clase, raza y género existente. El ecologismo implica profundos cambios de actitud a nivel individual y colectivo, pues se plantea un nuevo estilo de desarrollo que permita y fomente una relación armónica entre naturaleza y sociedad.

El ecologismo como propuesta política parte del reconocimiento de los procesos naturales y la estrecha vinculación del ser humano con éstos. Esta corriente trabaja en base a la identificación de los problemas ambientales, su origen, sus causas, los impactos que generan y sus posibles soluciones.

Las propuestas del ecologismo, priorizan las consideraciones del largo plazo; la autogestión comunitaria de los recursos; la viabilización de tecnologías apropiadas de bajo impacto ambiental; el respeto a los valores culturales; la lucha por la igualdad de género, la recuperación y el enriquecimiento científico de prácticas tradicionales, que se adapten a las demandas de los ecosistemas, y la planificación participativa.

El ecologismo busca mecanismos que motiven a la ciudadanía en la instrumentación participativa de alternativas de sustentabilidad que estén en armonía con la naturaleza.

El ecologismo es una opción política radical que cuestiona las relaciones de poder en el mundo, en la región y en los países. El ecologismo es la puesta en práctica de otro tipo de valores, a través de acciones que nos permiten cambiar las relaciones actuales de poder.

Aborda la problemática ambiental de una manera integral tomando en cuenta lo cultural, lo económico, lo social, los conflictos de género. El ecologismo es una posición política que busca la sustentabilidad de las sociedades. Y en el contexto de relaciones de poder se alinea con comunidades que defienden su entorno y se oponen a las empresas que los destruyen.

Ecología sustentable

El concepto de desarrollo sostenible, ha sido utilizado reiteradamente en documentos de unos y otros: hombres y mujeres, ricos y pobres, los del norte y los del sur. Parecería que el sistema incorpora al desarrollo sostenible como la varita mágica que justifica todo, da carta blanca para cualquier actividad, y avaliza cualquier propuesta.

Acción Ecológica hace una crítica al concepto de desarrollo sostenible o sustentable, pues ha sido muy manoseado, y el desarrollo ha privilegiado el crecimiento económico, basado en la explotación y producción a gran escala de los recursos naturales. El concepto de desarrollo sostenible plantea que las situaciones de inequidad se superarán en base a un mayor crecimiento económico. El crecimiento económico ha dado paso a más problemas ambientales, y no ha resuelto los desbalances sociales, sobre todo en los países del Tercer Mundo. Un mayor crecimiento económico es insostenible desde el punto de vista ecológico. Hablar de desarrollo sustentable, basado en un mayor crecimiento económico, parecería ser una cortina de humo que busca no enfrentar el problema de la inequidad y las desigualdades.

Acción Ecológica si incorpora el concepto de sustentabilidad, pero desde las Sociedades Sustentables, es decir sociedades que pueden lograr cubrir sus necesidades a través de un manejo adecuado del entorno natural, logrando su soberanía como sociedad (soberanía alimentaria, energética).

Conflictos socioambientales

Los conflictos socioambientales se presentan por la confrontación de intereses, derechos, perspectivas, racionalidades y lógicas con relación al manejo de la naturaleza y de los recursos que en ella existen, y el uso o manejo que se pretende hacer de éstos.

Los conflictos socioambientales en los que Acción Ecológica interviene son aquellos en que tienen relación con las inequidades y deterioro ambiental que las actividades extractivas y productivas de exportación generan.

En la medida en que el modelo exportador incentiva y apoya a los grupos de poder económico para que decidan el uso que darán a los recursos, las posiciones de los grupos que vivían de esos recursos quedan invisibilizados. Es evidente que los intereses relativos al uso y control de los recursos naturales entre los actores que se confrontan, comunidades y empresas, no tienen un mismo objetivo, y esto genera el conflicto.

Los conflictos socioambientales en el país son cada vez más numerosos, porque el modelo de desarrollo impuesto presiona cada vez más sobre el entorno natural, lo que hace que éste se deteriore. De este medio ambiente dependen muchas comunidades rurales y, cuando éste es depredado, la situación de empobrecimiento se acentúa.

De otra parte, los recursos naturales son cada vez más escasos por lo que la presión sobre estos es cada vez mayor.

Resistencia: un camino hacia la sustentabilidad

Acción Ecológica ha escogido la resistencia como la opción de apoyo a las comunidades para poder decidir sobre sus condiciones de supervivencia. Para Acción Ecológica las comunidades tienen las de ganar con la resistencia, no es, como muchos malinterpretan, pedir una renuncia, la resistencia es la única alternativa para su subsistencia a largo plazo. Las comunidades que enfrentadas a actividades extractivas o productivas para la exportación, en un principio, aparentemente, pueden creer que se beneficiaron, pues cuentan con ingresos económicos y tienen una pequeña mejora en su capacidad adquisitiva, sin embargo, en el mediano plazo las comunidades verán romperse sus estructuras socio-organizativas, los referentes de identidad cultural se habrán perdido, y además se habrán deteriorado significativamente los recursos ambientales que determinaban su soberanía. De ser trabajadores pasarán a ser empleados, dependientes sin ninguna capacidad de decisión frente a su futuro.

Es una lucha de David contra Golliat, pero cuando comunidades se nutren de experiencias exitosas pueden lograr mucho.

Hay varias formas de resistencia, un juicio, una acción directa, el cabildeo, entre otras. La resistencia es una posición de dignidad, es poner límites a la prepotencia, a la impunidad.

Derechos Colectivos y Derechos Ambientales

Dentro de las relaciones de inequidad que existen en el Ecuador y en muchos países del llamado Tercer Mundo, la resistencia es una forma que permite a los grupos afectados por el deterioro ambiental expresar su rechazo y hacer uso de su derecho a optar, ejercer su cuota de poder. La resistencia es el poder decir no a un modelo que no les beneficia.

La Constitución de 2008 amplió el reconocimiento de derechos colectivos a pueblos y nacionalidades indígenas, afro y montubias así como derechos ambientales. Ecuador se constituyó como el primer país en el mundo en reconocer legalmente a la Naturaleza como sujeto de derechos y el reconocimiento de su derecho a ser defendida por sus defensores. Acción Ecológica participó activamente en estos logros que fueron muy positivos y el nuevo marco legal es bastante avanzado e incorpora una serie de lineamientos novedosos, que abren nuevas posibilidades para avanzar en la «Construcción de las Sociedades Sustentables».

En el país los derechos ciudadanos no se ejercen, y el ejercicio de los derechos de la naturaleza significa todavía un largo camino por construir, apoyamos a las nacionalidades, pueblos y comunidades para que reivindiquen sus derechos y precautelen su futuro, evitando que se les imponga actividades que les afectarán en el mediano y largo y plazo.

Nuestro credo

Creemos en la «fuerza que a través del fusible verde fulgura en flor». Confiamos en la secreta simpatía que junta, solidarios, la Tierra a la roca, la roca al pétalo, el pétalo a la pluma, la pluma al pez, el pez al león, el león a la mujer, la mujer al ángel, el ángel a la estrella en un continuo, espiral y circular abrazo de vida plena. Luchamos por el derecho de todos a ser fieles a su naturaleza y , por lo tanto, a ser felices. Defendemos la soberanía de los pueblos. Estamos firmemente convencidos de que un mundo inteligente y justo es plenamente sustentable. Estamos firmísimamente convencidos de que la ética que preservará la vida en este mundo es la obediencia a los dictados de la Tierra. Nos esforzamos para que esta creencia, esta confianza, esta lucha, esta defensa y este firme convencimiento que dan sentido a nuestra vida, se traduzcan en un compromiso militante. Nos comprometemos a trabajar para que la inteligencia respete a la Tierra y para que Tierra respetada sustente a la humanidad.Somos la fiebre inextinguible, la pequeña luz que cabecea y por la llanura de la noche cruza.

Por eso llevamos con amor y con orgullo el poderoso y bello nombre de Acción Ecológica. Por eso queremos definir el ser que se revela a través de ese nombre.

Nuestro ser

Acción Ecológica es un grupo de ecologistas radicales.

Radicales, en cuanto hundimos nuestras raíces en la Tierra. En virtud de esta raigambre, profesamos una visión integral de la realidad. Concebimos la Tierra, el planeta Tierra, como la única circunstancia que nos ha sido dada. La Tierra se rige por leyes físicas que producen armonía, y se rige por la fuerza biológica de la evolución. Esta fuerza ciega de la evolución sacrifica al débil para que la vida avance.

La vida avanzó tanto que floreció en espíritu. La fuerza ciega avasalla. El espíritu humano ve, discierne y decide. Ve que la persona humana se rige por las leyes físicas de la armonía. Y discierne que la fuerza ciega de la evolución debe sustituirse por la fuerza de la solidaridad. La solidaridad es la flor de la armonía natural menos la fuerza evolutiva de eliminar al débil.

La ciencia y la tecnología al servicio del poder económico y político obran como la fuerza ciega de la evolución: sacrifican al débil para salvar al fuerte. Pero el espíritu inteligente discierne: la suprema ley no es la de la evolución ciega, sino la de la solidaridad. El poder humano basado en la fuerza ciega destruye la naturaleza y destruye a la persona débil, a los pueblos débiles. Más aún, ese poder crea pueblos débiles para explotarlos. El poder humano basado en la solidaridad se solidariza con la armonía de la naturaleza y se solidariza con los oprimidos por el poder. La naturaleza debe sustentarse a sí misma siguiendo sus leyes físicas y biológicas y debe sustentar al espíritu humano que proclama la ética de la solidaridad como salvación de la naturaleza y salvación de la humanidad.

Por este motivo, el espíritu se ha constituido, solidario, en sociedad y ha inventado el estado; ambos, la sociedad y el estado son responsables de la Tierra y, por tanto, de la naturaleza, la persona, la familia y la propia sociedad.Acción Ecológica es un árbol de profundas raíces. La raíz sostiene al árbol.

En este sentido, Acción Ecológica es un grupo de ecologistas radicales y por lo tanto integrales.

Acción Ecológica es un grupo de ecología integral.

Integral, en cuanto no separamos el medio ambiente ni de lo social ni de lo político ni de lo económico ni de lo cultural. Pero no solo no los separamos sino los vemos como ramificaciones de un mismo proceso, cuyo principio y fundamento es la radicalidad.Acción Ecológica es un árbol de profundas raíces que sostienen un ser vivo integral. De la raíz, el tronco; del tronco, la rama; de la rama, la hoja; de la hoja, la flor; de la flor, el fruto; del fruto la semilla.

En este sentido, Acción Ecológica es un grupo de ecología integral y por tanto promotor de que las sociedades se vuelvan sustentables.

Acción Ecológica es un grupo que promueve sociedades progresivamente sustentables.

Sociedades progresivamente sustentables, en cuanto la naturaleza al conservarse fiel a sí misma provee de alimento y energía a quienes en ella viven. Los de Acción Ecológica promovemos la conformación de sociedades progresivamente sustentables, es decir, compuestas por miembros solidarios; de sociedades que siendo ricas en cultura, biodiversidad y futuro dejen de vivir en la pobreza y el subdesarrollo ; de sociedades que cobren el capital y los intereses de una deuda ecológica nunca pagada.

Acción Ecológica promueve sociedades progresivamente sustentables, esto es, sociedades que entiendan que los problemas del ambiente no son tecnológicos sino filosóficos, pues la Tierra es para todos, pues la globalización ha fracasado como modelo distribuidor de la riqueza, pues los derechos deben respetarse, pues la inversión extranjera no justamente regulada es un saqueo, pues el problema no radica en la absoluta pobreza sino en la absoluta riqueza que debe ser desmontada y repartida con justicia. Sociedades que manejen con estima propia e inteligencia previsiva el entorno natural y los entornos internacionales de la política, el poder y la dominación.

Acción Ecológica es un árbol cuya semilla da vida y energía a la sociedad en cuyas entrañas el árbol está enraízado.

En este sentido, Acción Ecológica es un grupo promotor de sociedades progresivamente sustentables y por tanto un grupo crítico y cuestionador.

Acción Ecológica es un grupo crítico y cuestionador.

Crítico y cuestionador, en cuanto desafiamos el modelo de desarrollo impuesto al mundo. Un desarrollo unidimensional. Un desarrollo alimentado por la explotación a gran escala de unos recursos naturales frágiles y de unos recursos naturales que no se renuevan. Un desarrollo para generar más dinero, un dinero que fluya más rápidamente hacia los mares del capitalismo transnacional.

Este modelo amenaza la vida de la Tierra, agota el agua, destruye el ozono, contamina los pulmones, produce calentamiento global y ha sumido a las dos terceras partes del mundo en la pobreza. Peor aún: ha enriquecido a pocos a costa de la salud, la vida y la felicidad de las comunidades locales y de los pueblos indígenas.

Un modelo que ha dividido el mundo entre los incluidos en la bendición y excluidos de la maldición, y los excluidos de la bendición e incluidos en la maldición. Un modelo que sigue la fuerza ciega de la evolución biológica y destruye y mata a los más débiles. Un modelo que prescinde de la inteligencia solidaria del espíritu.

Acción Ecológica es un árbol enraízado en la solidaridad. No un árbol ornamental en el jardín de las instituciones privilegiadas.

En este sentido, Acción Ecológica es un grupo crítico y cuestionador y por tanto promotor de una nueva conciencia ecológica y social.

Acción Ecológica es un grupo promotor de una nueva conciencia de la Tierra y de la sociedad. de una resistencia activa no violenta hasta lograr que los pueblos escojan modelos fieles a la Tierra, a la luz y a la vida.

Promotores de una nueva conciencia ecológica y social, en cuanto ponemos ante la luz del espíritu colectivo el deterioro del ambiente, el deterioro de la persona, el deterioro de los pueblos, el deterioro de una civilización basada en el abuso del poder económico y político.

Esperamos que el espíritu, iluminando estos males, denuncie los conflictos nacidos de la explotación a gran escala de los recursos naturales de todos en beneficio de los más fuertes, y denuncie el deterioro de las comunidades afectadas. Esperamos que ese espíritu mueva a organizar la resistencia del pueblo para combatirlos. Una resistencia activa no violenta. Una resistencia persistente, militante, activa, participativa hasta que los estados y las comunidades estudien y apliquen opciones distintas para diseñar y construir sociedades sustentables, socialmente justas, políticamente soberanas, filosóficamente rectas, culturalmente orgullosas de su tradición.

Acción Ecológica es un árbol cuyo fruto sabe a la dulzura de haber contribuido a liderar modelos distintos para empujar sociedades sustentables, justas y soberanas.

En este sentido Acción Ecológica es un grupo que promueve activamente la resistencia social para el cambio y establece alianzas con quienes se identifican con esta lucha.

Acción Ecológica es un grupo que establece alianzas con quienes se identifican con nuestra lucha.

Establecemos alianzas, en cuanto identidades semejantes deben unimismarse en la lucha, el activismo y la militancia radical. Nuestra identidad es el respeto absoluto por la vida y su defensa, por la participación informada, democrática, concordada. Es el respeto de las diversidades, la discriminación positiva que prefiere los procesos locales, las minorías, los débiles, los olvidados. Es la lucha por los derechos colectivos. Es el uso de la palabra denunciadora y propositiva.

Acción Ecológica es un árbol de profundas raíces que sostienen un ser vivo integral. De la raíz, el tronco; del tronco, la rama; de la rama, la hoja; de la hoja, la flor; de la flor, el fruto; del fruto la semilla. Una semilla que dé vida y energía a la sociedad en cuyas entrañas el árbol está enraízado. Un árbol enraízado en la solidaridad y no un árbol ornamental en el jardín de las instituciones privilegiadas. Un árbol cuyo fruto sea dulce, con la dulzura de haber contribuido a liderar modelos distintos para empujar sociedades sustentables, justas y soberanas. Un árbol cuya vocación es llegar a generar un bosque.

En este sentido Acción Ecológica es un grupo que busca alianzas, puesto que su lucha es social y su adversario es la filosofía del poder y la opresión. De esta reflexión sobre el ser de Acción Ecológica emergen los objetivos que guían nuestra conducta de grupo.

Nuestros Objetivos

Queremos cultivar la vida.

Queremos que esta vida cultivada florezca hermosa para todos.

Queremos limpiar el huerto de la Tierra de toda maleza sofocante.

Queremos resistir al viento y al granizo del poder.

Queremos que ese huerto sea propiedad soberana de quienes son sus custodios naturales.

Queremos que esa soberanía alimente, se alimente de la energía de su suelo y su subsuelo.

Queremos que quienes lo cultiven, lo cultiven en persona, en comunidad, en patria: respetando y recogiendo la sabiduría de los tiempos idos, de las culturas indígenas, de la cultura del pueblo custodio del jardín.

Queremos defender los derechos colectivos y ambientales usando la palabra de fuego que ponga al descubierto la naturaleza violada por la codicia de las empresas que anteponen el dinero a la vida, y la propaganda falsa de una felicidad injusta a la dignidad de la gente y del pueblo.

Queremos denunciar, queremos proponer.

Queremos crear un ejército pacífico y activo con los batallones de ecologistas populares.

Queremos identificarnos con el Sur, con la Cruz del Sur, con sus brazos ecológicos sustentables, con su tronco autónomo en su constelación científica, en su cosmos tradicional, comunitario, participativo.

Queremos ser libres al amparo de esta cruz que cobija a todos quienes el poder oprime y la maldad desprecia.

Queremos unir a los débiles para volvernos fuertes.

Queremos que la vida brote del jardín, que el jardín sea cultivado en participación, en actividad política, en alianza con el Sur.

Queremos que nuestra utopía golpee los corazones, que el dardo de nuestra palabra abra una herida en el costado de la sociedad, y que por esa herida penetre la luz, la vida y el amor a la Tierra, madre de vida y de esperanza.

Estos son nuestros objetivos. Y porque llevamos con amor y con orgullo el poderoso y bello nombre de Acción Ecológica, queremos que nuestros objetivos rindan frutos mediante el cultivo de la Tierra en los surcos de las siguientes líneas de acción.

Nuestras líneas de acción

§ Difundimos nuestra filosofía de vida.

¿Dónde?

En nuestra sociedad ecuatoriana

¿La conciencia de quiénes?

De los líderes y activistas sociales.

¿Cómo?

Denunciando la agonía del medioambiente enfermo por los virus de las actividades extractivas y productivas a gran escala y de la contaminación urbana.

¿Cómo?

Informando al público.

Presionando en los organismos de Gobierno y en los centros del poder
instituido oficial y privado.

Manteniendo canales de influjo en el Congreso Nacional, en los ministerios pertinentes y en los órganos de decisión.

§ Monitoreamos el envenenamiento urbano y el impacto negativo de la gran extracción y producción sobre el medio ambiente y la sociedad.

¿Cómo?

Con investigaciones de campo.

Con documentación sistematizada y constante.

Con talleres participativos hechos en las comunidades afectadas.

Con la experiencia científica y calificada que hemos acumulado en el uso de los bioindicadores.

§ Compartimos experiencias mutuas con las comunidades afectadas y con las amenazadas.

¿Para qué?

Para acumular testimonios y volver evidente el deterioro.

Para definir junto con las comunidades amenazadas acciones de prevención necesarias y oportunas.

§ Apoyamos los procesos de resistencia locales.

¿Cómo?

Dando información y asesoramiento técnico y político a las comunidades afectadas y amenazadas.

Convirtiendo los conflictos en noticia de interés científico, social y humano a fin de que los problemas suscitados entren en la agenda ecológica integral de la información pública y no permanezcan como casos aislados.

§ Nos coordinamos con- otras instituciones afines.

¿Para qué?

Para construir redes locales, nacionales e internacionales que difundan los conflictos ambientales y faciliten el apoyo mutuo.

§ Nos educamos y capacitamos permanentemente.

¿En qué?

En conocer, comprender y resolver los problemas ambientales que dañan la sociedad y la Tierra.

¿Cómo?

Con métodos nacidos de un análisis crítico y de una aproximación multidisciplinar.

¿Para qué?

Para que Acción Ecológica se afiance y crezca y para mantener al día a los actores sociales, nuestros destinatarios más próximos y efectivos.

Estas han sido nuestras líneas de acción. Nacieron de la experiencia. Crecieron en la reflexión del grupo. Volvieron a guiar nuestro compromiso. Forman el hilo conductor de nuestra historia como se verá en el siguiente relato.

Elaborado con Simón Espinosa, año 2000.

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  • +593 2 321 1103
  • escribenos@accionecologica.org

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