Galápagos: ¿Canje de deuda por conservación o cuidado de la vida?
ACCIÓN ECOLÓGICA OPINA
El canje de deuda que aceptó el Ecuador para la conservación de la Reserva Marina Galápagos y su ampliación, la Reserva Marina Hermandad, responde a una estrategia internacional liderada por organizaciones conservacionistas transnacionales, financistas y bancos privados, con el apoyo de bancos internacionales de desarrollo y países industrializados del Norte, para impulsar mecanismos de financiarización de la conservación a través de la deuda externa de los países del Sur. El resultado: nuevas oportunidades de negocios en mercados “verdes” o “azules”, y el control de las zonas más biodiversas del planeta para futuros proyectos.
En el marco de las negociaciones internacionales de Naciones Unidas – NNUU – sobre Cambio Climático y Diversidad Biológica se lanzó la Agenda 30×30 que se refiere a designar el 30% de la tierra y los océanos como zonas protegidas para el año 2030. Así también se acaba de aprobar en NNUU el Tratado Global de los Océanos.
Estos acuerdos que, aunque incluyen en su preámbulo fundamentos importantes de conservación, mediante mecanismos de mercado promueven la mercantilización de la naturaleza y la financiarización de la conservación, dando mayo concentración de poder a organizaciones financieras y corporativas, en este caso, sobre los océanos.
A nivel de los países las políticas de conservación marino costeras han significado el despojo de territorios ancestrales a los pueblos que tradicionalmente viven, cuidan y coexisten con estos ecosistemas, debido a los cuales se han mantenido y conservado.
UN MECANISMO DE CONTROL DE LOS OCÉANOS
En los acuerdos internacionales mencionados, se han establecido responsabilidades comunes pero diferenciadas, es decir que se reconoce que los países industrializados del Norte son los mayores responsables de la crisis climática y de la pérdida de biodiversidad.
Estos países se han comprometido a transferir fondos a los países del Sur para enfrentan los graves impactos de estas crisis. En vez de proporcionar los fondos han recurrido nuevamente a mecanismos que perpetúan el pago de la deuda ilegítima, a través del canje de deuda que vulnera la soberanía de los Estados.
Esta manera de eludir la responsabilidad incluso es expresada por la propia Kristalina Georgieva, directora del FMI, durante la COP 27, cuando mencionó que estos canjes de deuda son una solución fundamental a la incapacidad de la comunidad internacional para proporcionar una financiación adecuada para el clima, y añadió que “los créditos de carbono podrían formar parte de los canjes” (1), pronunciamiento que finalmente respalda la lógica del sistema.
Es así que organizaciones conservacionistas como The Nature Conservancy – TNC, la mayor del mundo, con el patrocinio de JPMorgan Chase & Co y otros bancos de inversión, formó la organización “NatureVest” un equipo constituido por banqueros, consultores financieros y empresariales quienes desarrollaron una estrategia denominada plan “audaz” para reinventar los canjes de deuda por conservación y hacerlos más atractivos para los inversionistas.
Con este fin NatureVest elaboró un índice de países con dificultades de deuda a punto de incurrir en impago, pues en ese momento los bonos se cotizan a la baja y es la oportunidad para comprarlos y promover los canjes de deuda por “bonos azules” (2), los mismos que podrían traer grandes ganancias a los inversores, en los mercados de carbono (3).
Al momento TNC, ha concluido tres canjes de deuda por conservación de océanos: en las Seychelles (US$ 22 millones), Belice (US$556 millones) y Barbados (US$150 millones). Está por conseguir un canje de deuda con Gabón donde comprará 700 millones de dólares de la deuda a cambio de conservación en el océano, en donde se incluye un área marina protegida, y otros compromisos, como el comercio de carbono y la piscicultura. Otros países con los que se está negociando o ya se han negociado son Santa Lucía, Kenia, Gambia, Namibia y Ecuador (4).
La propuesta de canje de deuda presentada en febrero 2021 al gobierno del Ecuador, se inscribe en esta iniciativa, a través de Ocean Finance Company (OFC) y Robert Weary (5), consultor de TNC. Esta se concretó el pasado 9 de mayo 2023 cuando el gobierno de Lasso anunció el canje de deuda más grande del mundo, para la conservación de la Reserva Marina Galápagos y su ampliación, como un gran logro del Gobierno, que, según los promotores, permitirá reducir la deuda externa y a la vez conservar esta área marina tan importante para nuestro país y de relevancia científica para el mundo.
Llama la atención este canje cuando el Ecuador no está en situación de incurrir en impago de la deuda externa, que la ha venido pagando incluso en tiempos de pandemia, lo que nos hace pensar que existe un interés especial en controlar la Reserva Marina Galápagos – RMG. Más aún cuando ya en noviembre 2021, en la COP26 de Cambio Climático, Lasso anunció la ampliación de la RMG, con la Reserva Marina Hermandad, de 133.000 km2 a 193.000 km2, e hizo referencia al canje de deuda como forma de financiamiento. En el mismo evento se firmó la declaración de los presidentes de Colombia, Costa Rica, Panamá y Ecuador en la que se comprometen con la “gestión sostenible” del Corredor Marino del Pacífico Tropical Oriental (CMAR) que forman un red de áreas marinas protegidas interconectadas de más de 500.000 hectáreas (6).
ACTORES PRIVADOS QUE IMPULSAN EL CANJE
El esquema del canje por conservación de la RMG es similar a los ya mencionados: intervienen diversos intermediarios del sector privado con fines de lucro y ligados al sector financiero, en este caso: GPS Blue Financing Designated Activity Company (Special Purpose Vehicle-SPV) establecido en Irlanda; el Credit Suisse, un banco privado de Suiza (7); el Bank of New York Mellon (BNYM) como agente de línea de crédito; el BID que entregó una garantía de US$85 millones; la U.S. International Development Finance Corporation (DFC siglas en inglés), una agencia de los Estados Unidos de América, que entregó un seguro de riesgo político por el valor del préstamo de US$656 millones que incluye el incumplimiento del laudo arbitral en caso de que Ecuador no cumpla con sus compromisos de pago de la nueva deuda y de conservación. (8)
Hay muchos más actores, Climate Fund Managers (CFM) firma de inversión a través de su subsidiaria Ocean Finance Company (OFC) y Pew Bertarelli Ocean Legacy Project, con el apoyo de Aqua Blue Investments LLC (9), proporcionaron el capital inicial y establecieron el Galápagos Life Fund registrado por la firma de abogados Baker MacKenzie (10).
Como se podrá apreciar, muchos de estos actores privados no tienen la mejor reputación.
UN COMPLICADO ESQUEMA FINANCIERO
Este complicado esquema finalmente significa que el Ecuador asume una nueva deuda por US$656 millones – al 6,9% de interés, sin embargo el coste total, que incluye las tasas y los pagos por la conservación marina, asciende al 11% – con GPS Blue Financing Designated Activity Company (creada en Irlanda en octubre 2022), intermediaria del crédito del Credit Suisse, emisor del Bono Marino Galápagos (Galápagos Marine Conservation Linked Bonds), que podrá ser negociado en los mercados financieros o en los mercados de carbono. Con este nuevo crédito se realizó la conversión de $1630 millones bonos comerciales comprados al 40% de su valor.
Del ahorro del pago de estos bonos Ecuador tiene que pagar el nuevo crédito y sus intereses y destinar 450 millones de dólares en 18 años, hasta el 2041, que serán administrados por Galápagos Life Fund. Una buena parte de estos fondos son para cubrir los costos de la transacción, beneficio de la compañía intermediaria y 323 millones de dólares para la conservación (11). Esto significa aprox. US$18 millones al año que el Ecuador debe destinar de su presupuesto para la conservación de la RMG. Por US$ 18 millones anuales, que no es una cifra mayor en el presupuesto del Estado, no tiene sentido avalar este esquema financiero que beneficia principalmente a los actores privados, y peor aún, ceder soberanía a entes privados, la mayoría internacionales, que son quienes tomarán las decisiones sobre este territorio marino.
SE CEDE SOBERANÍA A GALÁPAGOS LIFE FUND
Preocupa sobremanera las implicaciones de este canje, pues a cuenta de una reducción de deuda, que no soluciona el problema de fondo del endeudamiento externo, se cede soberanía de nuestro patrimonio natural a quienes tomen las decisiones sobre esta área marina: una entidad privada denominada Galápagos Life Fund (GLF), creada el 5 de mayo 2023 – 4 días antes del canje de deuda – registrada, por solicitud de los donantes, en Delaware, EEUU – reconocido como paraíso fiscal (12). GLF está conformado por 11 miembros, 5 del gobierno ecuatoriano y 6 del ámbito privado nacional e internacional – entre ellos Ocean Finance Company (OFC), Ledunfly Philanthropy y Pew Bertarelli Ocean Legacy Project.
De la misma forma ha sucedido en otros casos como en el acuerdo de Seychelles en donde, según un análisis de la Red del Tercer Mundo y de la Universidad de British Columbia (13) muestra que “The Nature Conservancy (TNC) ha llegado a tener un papel importante en la planificación e implementación de un plan espacial marino para toda la zona económica exclusiva del país”; y añade que, “la totalidad de la zona económica exclusiva – ZEE – de Seychelles ha sido inscrita como activo en la reestructuración macroeconómica; se ha asegurado una mano más fuerte para las lógicas neoliberales, las instituciones y los acuerdos de propiedad en su gobernanza”.
De acuerdo a nuestra Constitución, el Estado central tendrá competencias exclusivas sobre las áreas protegidas (art. 261); y que el manejo y administración de las áreas naturales protegidas estará a cargo del Estado (art. 397). Siendo el Estado ecuatoriano quién representa el interés público, sin embargo no tiene mayoría en las decisiones que se tomen en el Galápagos Life Fund.
A la Corte Constitucional le corresponde pronunciarse sobre la inconstitucionalidad de este canje de deuda por conservación de la Reserva Marina Galápagos, que evidentemente viola los derechos soberanos del Estado ecuatoriano.
CONSERVACIÓN PARA “PROYECTOS SOSTENIBLES”
Bajo el discurso de la conservación y desarrollo sostenible, el riesgo es que los “bonos azules” pueden incluir todo tipo de grandes inversiones en proyectos asociados a los océanos: venta de servicios ambientales, prospección de recursos genéticos marinos, construcción de puertos, transporte marítimo de mercancías, expansión de infraestructura de energía eólica marina, instalaciones de cadenas turísticas y explotación minera y petrolera en los suelos marinos, causando graves impactos a los ecosistemas marino-costeros, e impidiendo el acceso de las comunidades costeras a sus fuentes tradicionales de alimento.
Organizaciones como Ocean Finance Company (OFC) propone entre los beneficios que ofrece “el secuestro de carbono o el crecimiento de las industrias asociadas con el océano”. Los programas Ledunfly Philanthropy incluyen asociaciones para promover el desarrollo sostenible y protección del medio ambiente “con áreas focales como la pesca, la minería en aguas profundas y programas como Pew Bertarelli Ocean Legacy que buscan establecer áreas marinas protegidas a gran escala”.
En este mismo sentido preocupa el anuncio de que Ecuador busca un nuevo canje de deuda por corredores Amazónicos, según declaraciones del Ministro de Finanzas, Pablo Arosemena: «Tenemos varios proyectos innovadores y creativos para hacer varios tipos de canjes que nos permitan reducir la deuda por un lado y monetizar la gran biodiversidad de Ecuador»; por su parte del Ministro de Relaciones Exteriores, Gustavo Manrique mencionó que los activos naturales del país incluyen selvas costeras y hábitats andinos (14). Declaraciones que responden obviamente a un gobierno liderado por banqueros.
Alertamos sobre el riesgo de que estas propuestas de canje de deuda por conservación continúen avanzando, más aún con el anuncio del presidente Lasso sobre la creación de las primeras 8 millas marítimas del Ecuador como Reserva Marina a lo largo del perfil costanero continental, con una superficie de 1.5 millones de hás.
Es en esta zona en donde se desarrolla la vida y las actividades de miles de personas de pueblos marino costeros, que se verían excluidos y despojados de sus territorios ancestrales.
LOS PUEBLOS MARINO COSTEROS DICEN NO AL CANJE POR CONSERVACION
En un reciente encuentro realizado en Manta, el 3 y 4 de junio pasado, para analizar las implicaciones en los territorios marino-costeros de los acuerdos globales de conservación y sus mecanismos financieros, las comunidades sacaron una declaración en donde mencionan que:
Los pueblos que habitamos los territorios marino-costeros somos pueblos ancestrales que venimos cuidando y coexistiendo en ellos. Los pueblos defendemos la vida, la soberanía alimentaria, la soberanía territorial. Esto ha permitido que estos territorios se mantengan y conserven.
Las propuestas nacionales e internacionales de conservación, como se han estado realizando, han significado en la realidad la prohibición de uso de los territorios y por lo tanto el despojo a los pueblos ancestrales, como lo hemos venido demostrando permanentemente y que han sido ratificados con testimonios recogidos en este encuentro. Pero tampoco han cumplido con los fines de conservación anunciados pues continúa la pesca industrial y la instalación de las industrias camaroneras, generando graves conflictos socioambientales con las comunidades marino costeras.
En el caso de la CONVEMAR, las 200 millas de mar territorial se redujeron a 12, permitiendo que la pesca industrial capture inmensas cantidades de especies marinas, impactando gravemente a la pesca artesanal y a la seguridad y soberanía alimentaria del país.
Estas decisiones sobre conservación se han tomado sin nuestra participación ni consentimiento que somos quienes vivimos, cuidamos y defendemos estos ecosistemas.
El canje de deuda por conservación de Galápagos será un gran negocio para tenedores de deuda, bancos, financieras, corporaciones transnacionales, entre los que se incluyen el BID, JPMorgan, Credit Suisse y empresas dedicadas a la bioprospección marina, la explotación minera, de gas y petróleo en los suelos marinos e instalación de megaproyectos como los eólicos para la llamada transición energética del Norte global, que son parte de la maquillada Economía Azul.
El canje de deuda por conservación no soluciona el problema de la deuda ni el de la conservación. La deuda externa continúa siendo un mecanismo de control y saqueo de nuestros bienes comunes. Seguiremos transfiriendo recursos financieros del Sur al Norte, que son los mayores responsables de la contaminación, la pérdida de biodiversidad y los impactos del cambio climático en los océanos. Este mecanismo de deuda aumentará la deuda ecológica de los países del Norte con los países y pueblos del Sur.
Es indispensable articular esfuerzos sociales particularmente de la región para enfrentar la privatización del mar (15).
NOTAS
(1) The financialization of conservation. The case of debt swaps for the oceans. Andre Standing. November 21, 2022. https://www.tni.org/en/article/the-financialization-of-conservation
(2) Al igual que los bonos verdes, los bonos azules son instrumentos de deuda emitidos por gobiernos, bancos de desarrollo y otras entidades para mercantilizar los papeles de deuda, recaudar capital entre inversionista y, en este caso, para financiar proyectos marinos y oceánicos de conservación y otras actividades denominadas sostenibles. https://www.biodiversidadla.org/Documentos/Galapagos-y-el-capitalismo-azul
(3) Los mercados de carbono son sistemas comerciales en los que se venden y compran créditos de carbono. Las empresas o las personas pueden utilizar los mercados de carbono para compensar sus emisiones de gases de efecto invernadero mediante la compra de créditos de carbono de entidades que eliminan o reducen las emisiones de gases de efecto invernadero.
(4) The financialization of conservation. The case of debt swaps for the oceans. Andre Standing. November 21, 2022. https://www.tni.org/en/article/the-financialization-of-conservation
(5) Robert Weary se incorporó a TNC después de trabajar en el Departamento de Gestión de Inversiones del Banco Mundial. Es un negociador de los canjes de deuda por conservación marina en asociación con grandes bancos e instituciones financieras internacionales. https://www.washingtonpost.com/climate-solutions/2020/10/28/climate-solutions-ocean-conservation/
(7) Credit Suisse: cómo la estrepitosa caída del gigante de la banca ha dañado la reputación de Suiza
(8) https://www.latindadd.org/2023/05/25/canje-de-galapagos-un-legado-ignominioso1/
(9) Aqua Blue Investments, fundada en febrero 2021 y dirigida por Robert Weary https://www.linkedin.com/in/robert-weary-28a3282/
(10) Baker MacKenzie, bufet de abogados que registraron GLF, aparece en Papeles de Pandora y pionero en evasión fiscal empresarial. Representa a magnates, fabricantes de armas y gobiernos autoritarios. https://www.youtube.com/watch?v=-2YSxW-Rg6I
(11) https://www.latindadd.org/2023/05/25/canje-de-galapagos-un-legado-ignominioso1/
(13) TWN (2020). https://twn.my/title2/books/Beyond%20the%20Gap/BeyondTheGap%20complete%20report.pdf
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