Con mucha preocupación vemos como la ordenanza 149 existente no solo que no precautela la salud de los habitantes de Quito ni la integridad ambiental de las áreas protegidas, reservas, bosques protectores, areas de protección ecológica sino que es absolutamente permisiva. Esperamos que primen más los intereses de la ciudad que los intereses particulares de las operadoras de telefonía celular.
La cuestión no es dar más facilidades a las empresas móviles sino precautelar la integridad de los habitantes de Quito y el entorno ambiental y estético de la ciudad.
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