AE OPINA
Después de 9 meses de un arduo trabajo de quienes hacemos Quito sin Minería, de recorrer las calles recolectando firmas, de verificarlas, de hacer sensibilización social y control electoral en el CNE, hemos alcanzado 206.475 firmas aprobadas, lo que significa que finalmente podemos pasar a la siguiente fase: LA CONSULTA POPULAR.
En el Noroccidente del Distrito Metropolitano; región que forma parte del llamado Chocó Andino, una zona de gran importancia ecológica a nivel mundial, hay 12 concesiones mineras “aprobadas” y 7 en trámite. La minera Melina Changó lleva 20 años operando sin licencia ambiental ni social, y a Natural Resources, el Ministerio de Cultura le suspendió sus actividades por estar operando sobre vestigios arqueológicos patrimoniales. Se trata pues de “operaciones irregulares”.
El Noroccidente de Quito ha sido declarado patrimonio cultural y ecológico pues, contiene vestigios arqueológicos de la cultura Yumbo, y es un sitio rojo para la conservación a nivel mundial, por su importancia en términos de biodiversidad y por su alta vulnerabilidad que pesa sobre esta zona. A esto, se suma la oposición de la población dedicada a la producción agrícola, elaboración de panela, productos lácteos y turismo.
Con estos antecedentes, pobladores de la zona, con el apoyo de organizaciones sociales de todo el DMQ nos planteamos llevar a cabo una consulta popular por iniciativa ciudadana, que es el ejercicio de democracia participativa más importante que tiene la Constitución del Ecuador.
Desde el 3 de mayo, cientos de voluntarios participamos en un proceso lleno de alegría, de optimismo, de capacitación en colegios, universidades y a la ciudadanía en general, para que se adhieran a esta iniciativa. Acudimos a los terminales de buses, a los mercados, a los parques y plazas, a las calles y avenidas. Hicimos varios eventos públicos como los Firmatón, Llamatones, varias marchas y movilizaciones al CNE, reuniones Post-Verificación, el desfile de la Mascarada Nocturna en las fiestas de Quito. Participamos en todos los eventos artísticos, festivales, ferias que tuvieron lugar en la ciudad durante este período.
Para noviembre habíamos ya conseguido 470 mil firmas, que fueron entregadas en una marcha multitudinaria hacia el CNE. El desfile incluyó una feria de productos y vegetales de la zona, con plantas endémicas del lugar para simbolizar lo que puede perderse con la minería.
El CNE procesó 452 mil y se realizó tres procesos de verificación, rechazando un alto porcentaje de firmas, pues encontró inconsistencias. En dos de ellas, el CNE dijo que no alcanzábamos el número de firmas necesarias (10% de padrón electoral, es decir, 190 mil firmas). Muchas firmas se excluyeron porque estaban mal escaneadas, no se aceptó la firma de responsabilidad del recolector, otras se rechazaron porque eran firmas repetidas y otras porque no estaban dentro de la jurisdicción del DMQ.
Finalmente, luego de un largo proceso, el CNE admitió que usó el padrón electoral equivocado, y reconoció que superamos con 10 mil firmas, el número requerido para que se realice la consulta.
Recordemos que en 2016 se llevó a cabo una consulta comunitaria en Pacto, donde el 90% de la población local votó por la prohibición de las actividades mineras en la zona.
Lamentablemente no pudimos participar en el actual proceso electoral, porque el CNE no emitió el informe oficial para que se lleve a cabo la consulta.
Demandamos al CNE convoque a consulta popular para que la ciudadanía quiteña pueda ejercer su voluntad y decidir si se debe prohibir la minería metálica en las parroquias rurales del noroccidente de Quito (Nanegal, Nanegalito, Pacto, Gualea, Calacalí y Nono).
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