Serie Coronavirus #13: La red 5G, ¿otra pandemia?

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Los actuales teléfonos celulares utilizan ondas electromagnéticas de radiofrecuencia para transmitir y recibir señales (1). De acuerdo a la tecnología y el método que utilizan, se les conoce como 3G o 4G. Pero recientemente ha surgido una nueva generación de red inalámbrica, la «5G”, que utiliza ondas electromagnéticas con frecuencias más altas, exponiendo a la salud humana y el ambiente a riesgos severos.

Justamente para enfrentar los peligros de las ondas electromagnéticas la Organización Mundial de la Salud creó el Proyecto Internacional EMF (2) y existe la Comisión Internacional sobre Protección a Radiaciones No-ionizantes (ICNIRP). Esta última ha establecido restricciones (3) al uso de la Red 5G por la posible afectación a la salud desde niveles leves a agudos y crónicos.

Ya se conoce que los teléfonos celulares y las ondas wifi penetran en el cuerpo humano y provocan un aumento de la temperatura en los tejidos, pudiendo ocasionar daños en los mismos si la exposición es elevada. También causan problemas de salud como trastornos del sueño, problemas de memoria o déficit de atención en niños y niñas. La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) de la OMS concluyó en 2011 que, dependiendo del rango de radiofrecuencias, los campos electromagnéticos pueden ser cancerígenos para los seres humanos (4). Todos estos efectos nocivos serán mucho peores con la tecnología 5G: podrían aparecer alteraciones del ritmo cardíaco, cambios genéticos y del metabolismo, deterioro cognitivo, alteraciones en la función y calidad de los espermatozoides, daños neurológicos (5) o cáncer cerebral.

Muchos representantes de organizaciones ambientalistas, científicos y médicos, conscientes de los efectos perjudiciales para los seres humanos y el medio ambiente, han hecho llamados internacionales para detener la implantación de la red 5G en la tierra y en el espacio. Sostienen que el “despliegue de la 5G constituye un experimento sobre la humanidad y el medio ambiente que bajo el prisma del derecho internacional puede definirse como un crimen contra la humanidad (6)”. Con estos llamados, a los cuales miles de personas se siguen sumando, se pide una moratoria a la red 5G, considerando los severos riesgos para los humanos de esta nueva tecnología (7) e incluyen cientos de referencias a estudios, muchos de los cuales también dan cuenta del impacto sobre la flora y la fauna. Hormigas, insectos voladores, aves, anfibios, roedores, mamíferos, árboles y otros animales y plantas, inclusive el mundo microbiano, no podrán escapar de las ondas 5G, por lo cual se pueden alterar muchos ciclos biológicos. Por ejemplo, para las abejas y otros insectos polinizadores significará una mayor desgracia, siendo un factor determinante para la agricultura mundial (8).

Una característica de la red 5G es el uso de una tecnología en forma de haz, que permite que los campos electromagnéticos se enfoquen más directamente, por ejemplo, sobre una persona que está usando su celular. Para esto se requiere la instalación de antenas en cada cuadra y serán millones de estaciones conectadas a más de 20.000 satélites adicionales en el espacio. Esto hará que el nivel de exposición a las ondas electromagnéticas de alta frecuencia sea constante y extremo. Nadie podrá escapar. Se calcula que hoy en día todo ser humano ya está rodeado de miles de aparatos que emiten ondas electromagnéticas, muchos de ellos con conexión inalámbrica. Al terminar el 2020 más de 25 mil millones de dispositivos en el mundo estarán conectados a internet, muchos de los cuales a través de los celulares. Es lo que se conoce como el Internet de las Cosas (9). La siguiente fase será el Internet de las Personas (10). Algunos marcapasos para el corazón ya tienen conexión a internet, o empresas en Estados Unidos que han colocado chips subcutáneos a sus empleados. Esto supone un elevado riesgo para su salud porque son altamente cancerígenos (11). Con la tecnología 5G esto será aun peor. La industria de la salud (farmacéuticas, seguros, hospitales privados, y hasta compañías de defunciones) anhela que cada ser humano lleve un chip bajo la piel. Pero, aun sin necesidad de chips dentro de las personas, solo con nuestros teléfonos conectados a la tecnología 5G, los sistemas de vigilancia podrán acceder a la vida privada de todas las personas para saber qué enfermedades tienes, qué comes, qué compras, qué lees, con quién hablas o te reúnes.

En el Ecuador ya se pretende el despliegue de la red 5G. Con el artículo 4 de la Política del Ecuador Digital (12), se quiere “Fomentar la licitación de espectro de nuevas bandas para la masificación de 4G y despliegue de 5G, impulsando tecnologías emergentes como el Internet de las Cosas y Big Data”, y “Facilitar el despliegue de redes 5G y fibra óptica al hogar, para mejorar la creciente demanda de calidad y capacidad en la transmisión de datos”. Al parecer nadie que redactó estos artículos en el Ministerio de Telecomunicaciones del Ecuador se había dado el trabajo de leer al menos una parte de la extensa bibliografía que hay sobre los impactos de la red 5G. O acaso, ¿no será que intereses corporativos transnacionales de la comunicación están detrás de la red 5G sin importarles los cuestionamientos científicos y la salud de los 17 millones de ecuatorianos y ecuatorianas?

El despliegue de la 5G en Ecuador no solo que contradice el artículo 73 de la Constitución, como parte de los Derechos de la Naturaleza, que dice que el “Estado aplicará medidas de precaución y restricción para las actividades que puedan conducir a la extinción de especies, la destrucción de ecosistemas o la alteración permanente de los ciclos naturales”; sino que también vulnera el artículo 313 que señala que el Estado administrará, regulará, controlará y gestionará los sectores estratégicos de conformidad con los principios de sostenibilidad ambiental, precaución y prevención. 

Con base en el principio de precaución se debe impedir que la tecnología 5G sea desplegada en nuestro país. Ya hay experiencias similares: el cantón suizo de Ginebra, el Concejo Municipal de Roma, parlamentarios alemanes y británicos, han pedido detener el despliegue de las redes 5G en sus jurisdicciones hasta que existan estudios científicos independientes que demuestren que no son perjudiciales para la salud humana y el ambiente.

Pero en algunos otros países ya se está utilizando ampliamente la tan cuestionada tecnología. Si bien el uso de celulares y la red 5G no tiene que ver con el aparecimiento de la pandemia, actualmente, el nuevo coronavirus está sirviendo como justificación para el despliegue de la 5G (13). Según el gobierno chino la 5G podría servir para mitigar el impacto económico provocado por la pandemia, y para esto promoverá el desarrollo integrado de internet industrial, redes de automóviles y atención médica, todos 5G plus. Esto se acoplará al Sistema de Crédito Social (SCS) chino, con el cual, según el filósofo surcoreano Byung-Chul Han (14), no hay “ningún momento de la vida cotidiana que no esté sometido a observación. Se controla cada clic, cada compra, cada contacto, cada actividad en las redes sociales. A quien cruza con el semáforo en rojo, tiene trato con críticos del régimen o pone comentarios críticos en las redes sociales, le quitan puntos; por el contrario, a quien compra por Internet alimentos sanos o lee periódicos afines al régimen le dan puntos. Quien tiene suficientes puntos obtiene un visado de viaje o créditos baratos, pero quien cae por debajo de un determinado número de puntos podría perder su trabajo. En China es posible esta vigilancia social porque hay un irrestricto intercambio de datos entre los proveedores de Internet y de celulares y las autoridades”. Así, mientras contiene al virus, con la tecnología 5G el gobierno chino podría recopilar millones de datos individuales y colectivos de la población para futuros usos.

En Ecuador, a través de las redes sociales todo lo que hacemos está en la nube, registrado, monitoreado, interpretado y utilizado en función del mercado; con la red 5G, esta situación llegará hasta un control social extremo, junto a las otras tecnologías como el Big Data, el Internet de las Cosas, los análisis predictivos, la Inteligencia Artificial, la machine learning, el blockchain (15), los sistemas de inteligencia del Estado, de quererlo, podrían llegar a saber todo lo que cada persona dice o hace, en dónde y con quién.

La 5G es mucho más que telefonía celular, es algo impredecible para la salud, al ambiente, y la sociedad. Así, con el miedo implantado por el Covid-19, cualquier crítica a la vigilancia digital podría ser acallada. Ninguna persona, animal o planta estará libre del alcance de las ondas 5G, ni de la vigilancia constante. Resulta atemorizante saber que la 5G con sus miles de satélites y cámaras infrarrojas estará en todas partes, siguiéndonos. Y cuando el virus amaine, esta tecnología servirá para que los gobiernos puedan perseguir, reprimir a las personas y acallar las voces críticas.

ACCIÓN ECOLÓGICA
8 de abril de 2020

FUENTES Y MÁS INFORMACIÓN:
(1)    OMS. ¿Qué son los campos electromagnéticos? https://www.who.int/peh-emf/about/WhatisEMF/es/
(2)    OMS. INTERNATIONAL EMF PROJECT. Campos electromagnéticos y salud pública. https://www.who.int/docstore/peh-emf/publications/facts_press/fact_spanish.htm
(3)    ICNIRP. Guidelines for limiting exposure to electromagnetic fields (100 kHZ to 300 GHZ). 2020. https://www.icnirp.org/cms/upload/publications/ICNIRPrfgdl2020.pdf
(4)    OMS. Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer. IARC classifies radiofrequency electromagnetic fields as possibly carcinogenic to humans. 2011. https://www.iarc.fr/wp-content/uploads/2018/07/pr208_E.pdf
(5)    Torres. et al. 2001. Los campos electromagnéticos en la telefonía celular y su interacción con el sustrato neuronal. Chile.  https://www.redalyc.org/pdf/114/11400901.pdf
(6)    Llamamiento internacional para detener la implantación de la red 5G en la Tierra y en el espacio. 2015.  https://static1.squarespace.com/static/5b8dbc1b7c9327d89d9428a4/t/5dbf71116164d93f9b72940e/1572827412595/Llamamiento+internacional+para+detener+la+implantaci%C3%B3n.pdf
(7)    LLamamiento de ciéntificos por una Moratoria de la 5G. 2017 http://www.peccem.org/Llamamiento.EU.5G.Appeal.2017.html
(8)    Naranjo, et al. De la A a la Z. Abejas y polinización en Ecuador y el mundo. Acción Ecológica. 2019. http://www.rallt.org/PUBLICACIONES/Polinizadores%20de%20la%20A%20la%20Z.pdf
(9)    https://es.wikipedia.org/wiki/Internet_de_las_cosas
(10) El cuerpo humano será el centro del ‘Internet de las Cosas’. 2014. https://www.ticbeat.com/tecnologias/el-cuerpo-humano-sera-el-centro-del-internet-de-las-cosas-infografia/
(11) “Conectar nuestros cuerpos a Internet: ¿evolución o amenaza?” La Vanguardia. 2019. https://www.lavanguardia.com/tecnologia/20191212/472183647294/internet-cambios-en-nuestra-vida-inteligencia-artificial-internet-de-las-cosas.html
(12) Ecuador. MINISTERIO DE TELECOMUNICACIONES. Acuerdo Ministerial 15. Registro Oficial 69 de 28/10/2019. https://www.derechoecuador.com/registro-oficial/2019/10/registro-oficial-no69–lunes-28-de-octubre-de-2019
(13) En el Capítulo 1, Temporada 3 (Caída en picada) de la serie de ciencia ficción de la televisión británica BLACK MIRROR se recrea un mundo en el que todo funciona con un puntaje social que puede ser calificado a través de los teléfonos celulares. El SCS de China no es ciencia ficción, es una realidad
(14) La emergencia viral y el mundo de mañana. Byung-Chul Han, el filósofo surcoreano que piensa desde Berlín. El País, España.  https://elpais.com/ideas/2020-03-21/la-emergencia-viral-y-el-mundo-de-manana-byung-chul-han-el-filosofo-surcoreano-que-piensa-desde-berlin.html?ssm=whatsapp
(15) Ver: NATURALEZA 2.0: BITCOIN, BLOCKCHAIN Y EL NUEVO EXTRACTIVISMO. https://www.naturalezaconderechos.org/2019/09/02/segundo-dialogo-sobre-derechos-de-la-naturaleza-ciencias-para-una-naturaleza-con-derechos/#more-15189 y https://www.youtube.com/watch?v=CB4HjNAsRxY&t=416s

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